Autoridades han detectado que ven en en la crisis humanitaria la oportunidad de ganar dinero y adeptos
Por @k911noticias
El campamento de haitianos en Acuña, Coahuila, fue infiltrado por el crimen organizado y las sectas supremacistas de Texas, los cuales ven en la crisis humanitaria la oportunidad de generar dinero y adeptos.
Las investigaciones del Gobierno de Coahuila concluyen que detrás del movimiento migratorio está el crimen organizado cobrando por el traslado de personas desde el sur de México hasta la frontera con Estados Unidos.
La intervención del crimen aumentó después de que las autoridades recomendaron a las empresas de transporte no vender boletos a los haitianos para evitar que se acumulen más en Acuña.
Además del narcotráfico, una secta supremacista formada principalmente por hombres de raza de color y latinos también intervinieron en el campamento.
Se hacen llamar “Israelitas” y en sus redes sociales se exhiben con armas largas y haciendo señas y símbolos de la secta que cree ser “el pueblo elegido de Dios”.
Algunos miembros de este grupo asentado en Texas fueron al campamento con un camión cargado de comida y pañales, así como un discurso donde aseguraban que “Dios es negro” y que los haitianos son una tribu de israelitas.
Los texanos vestían túnicas de colores satinados llamativos, coronas de metal y portaban la estrella de David.
El tiempo pasa y en la frontera la situación no mejora, los haitianos continúan atorados entre el hambre, el miedo y ahora el crimen y las sectas.