A un mes de ser privados de su libertad, familiares de al menos 21 personas, piden que sean devueltos con vida
Familiares de las personas que fueron retenidas por integrantes del grupo de autodefensas “El Machete” de Pantelhó, Chiapas, piden sean liberados pues a más de un mes de haber sido sometidos, nada se sabe de su paradero.
“A todos parece que ya se les olvido, nadie dice nada, ni el mismo gobierno que se ha sentado a la mesa de diálogo y no ha hecho lo suficiente para que sean liberados”, dijo a Dominio Público Noticias un familiar de una de las víctimas.
El 26 de julio, cuando los pobladores tomaron el control del municipio, y saquearon e incendiaron varias viviendas, al menos 21 personas fueron remetidas en el quiosco de la plaza principal. En redes sociales circularon imágenes de hombres con las manos atadas.
Los pobladores, en su mayoría indígenas, los acusan de formar parte de un grupo que los sometió durante años, pero los familiares de esas personas sostienen que, en su afán de cobrar venganza, la gente de “El Machete” arremetió contra gente que no tenía nada que ver en el conflicto.
“Hubo a quien lo retuvieron y golpearon porque en algún momento trabajó en el ayuntamiento, a otros por ser conocidos de alguien a quien ellos acusan. También hubo quien resultó afectado sólo por ser vecino de alguien sospechoso”, agregó la familiar de una de las víctimas.
Según los afectados, además de los 21 retenidos de ese día, otras personas sufrieron la misma suerte en los días previos y posteriores a la toma del pueblo.
“Hay 21 personas de la cabecera y unas 50 de las comunidades, de hecho, supimos que uno de ellos fue asesinado”, dijo la fuente.
Durante la reciente visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Chiapas, un grupo de personas lo abordó en San Cristóbal de las Casas para pedirle su intervención. Según los familiares el mandatario les dijo que iba a canalizar el tema a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
“Yo digo que si ellos deben algo que los entreguen a las autoridades correspondientes y que ellos hagan su labor porque tenemos por sus vidas”, mencionó una mujer, familiar de una de las personas retenidas.
A principios de julio, en el municipio de Pantelhó, en los altos de Chiapas, surgió un grupo de autodefensas denominado El Machete que dijo haría frente al cacique del pueblo y a sus allegados.
Decenas de familias salieron de Pantelhó cuando se dieron los primeros enfrentamientos, en los que incluso fueron detonados explosivos; finalmente las autodefensas tomaron el pueblo y los rivales huyeron.
Para el viernes 23 de julio el gobierno del estado “vendió” la idea de que todo se había tranquilizado pues las familias comenzaban a regresar a sus casas.
Sin embargo, el lunes 26 de julio la realidad estalló. Los pobladores, en su mayoría indígenas, insistían en catear las casas de las personas a las que identifican cómo parte del grupo agresor.
Ese día hubo saqueos, casas y vehículos quemados. Pero también hubo abusos, casas de gente ajena al conflicto fueron arrasadas. Los indígenas, según diversos testimonios, pedían a la gente que mantuviera abiertas las puertas de sus casas para que entraran o de lo contrario darían por hecho que eran rivales.
Y aunque en los días posteriores se establecieron mesas de diálogo y se conformó un nuevo gobierno, de los retenidos, nada se sabe.