En febrero pasado, un grupo de policías entró a la propiedad, desactivó cámaras y se llevó objetos en una bolsa; el 16 de febrero, otra vez ingresaron y esta madrugada dijeron que desde ahí les dispararon
Luego de haber ingresado dos veces sin orden judicial a un rancho en Teocaltiche, Jalisco, esta madrugada un grupo de policías estatales acusó que desde ahí les dispararon, pero a decir del vigilante, la realidad es otra.
Según el informe de los policías, alrededor de las 2:50 horas de este jueves, cuando patrullaban cerca del rancho Maravillas les empezaron a disparar desde el interior sin que ningún elemento resultara herido y ninguna unidad resultara dañada.
De acuerdo a su versión al cesar los disparos y acercarse a la puerta principal alcanzaron a ver armas largas por lo que pidieron al Ministerio Público una orden de cateo.
Sin embargo, el vigilante del lugar denunció que con esta es la tercera ocasión que irrumpen los policías estatales en el rancho, cuyos propietarios viven en Estados Unidos.
Contó que a finales de febrero, otro grupo de agentes ingresó a la misma propiedad, desactivó las cámaras de vigilancia del lugar y tras recorrer el predio se llevaron algunos objetos de valor en una bolsa de plástico negra.
El 16 de abril de nueva cuenta los policías ingresaron sin permiso a la propiedad y tras revisar varias habitaciones, sacaron un refrigerador, lo subieron a una patrulla y se lo llevaron.
En ambas ocasiones, los estatales derribaron las cámaras de vigilancia.
La madrugada de este jueves, el vigilante contó que los policías irrumpieron alrededor de la 1:00 de la madrugada y de inmediato dio aviso a la Guardia Nacional, cuyos agentes sí acudieron al llamado.
Según esta versión, cuando los estatales supieron que se acercaba la Guardia Nacional, se marcharon del lugar pero luego regresaron cuando esos elementos se marcharon y montaron el show de las armas largas.
El vigilante logró escapar. Se sabe que en estos momentos el rancho está bajo la vigilancia de los policías estatales, quienes como ya es costumbre dicen esperar la orden judicial aunque ya irrumpieron sin tenerla, como siempre lo hacen.