En el ataque militar estadounidense murieron 13 personas, entre ellos seis niños

El presidente estadounidense Joe Biden anunció, este jueves 3 de febrero, que Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, el líder del grupo terrorista Estado Islámico (EI), murió durante una incursión de las fuerzas especiales de Estados Unidos al noroeste de Siria.

“Anoche, bajo mi dirección, las fuerzas militares estadounidenses en el noroeste de Siria llevaron a cabo con éxito una operación antiterrorista”, indicó el presidente estadounidense en un breve comunicado, respecto a la redada estadounidense más grande en dicho país de Medio Oriente, desde la operación ocurrida en agosto del 2019, que mató a otro líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi.

“Gracias a la habilidad y valentía de nuestras Fuerzas Armadas, logramos retirar del campo de batalla a Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, el líder de EI”, agregó Biden, quien confirmó que todos los estadounidenses que participaron en la operación regresaron a salvo.

El presidente de Estados Unidos justificó que la acción militar que su país llevó a cabo, la noche de ayer miércoles 2 de febrero, “para proteger al pueblo estadounidense” y sus aliados, y “hacer del mundo un lugar más seguro”.

Según el grupo de defensa civil sirio Cascos Blancos, citado por la cadena CNN, al menos 13 personas murieron en los enfrentamientos que tuvieron lugar durante y después de la redada, incluidos seis niños y cuatro mujeres.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó, a través de un comunicado, el deceso de 13 personas, entre ellas cinco niños y tres mujeres, mientras que otros tres cuerpos quedaron “despedazados” y no han podido ser identificados todavía.

Varios testigos y rescatistas le dijeron a CNN que los bombardeos y las explosiones precedieron a un ataque aéreo de las fuerzas estadounidenses poco después de la medianoche y tuvieron como objetivo una casa en la zona fronteriza sirio-turca de Atmeh, en el enclave rebelde de Idlib.