La mexicana no oculta la emoción de estar cerca de subirse al cuadrilátero en Tokio 2020

Manuel Sebreros

Desde la escasa zona rural que todavía queda en Ciudad de México, en la tierra del amaranto, Tulyehualco, Tláhuac, Esmeralda Falcón siempre enfocó sus puños en algún día poder asestarlos en una rival en unos Juegos Olímpicos.
Ese sueño está a punto de cumplirse, al ser una de las dos mujeres que por primera vez representarán a México en este deporte en una cita olímpica. “La Pantera” no oculta la emoción de estar cerca de subirse al cuadrilátero en Tokio 2020.
“Es un orgullo ser una mujer boxeadora representando a México, me siento feliz, realizada, satisfecha, lo que quiero con esta participación en Tokio es que la gente sepa que podemos ser grandes y disciplinadas, que tenemos la aspiración de poner en alto el nombre de México.
“De solo imaginar mi primer combate me da emoción y nervios, me imagino que haré las cosas bien y me va a gustar mucho mi forma de pelear. Quiero ser eficiente en cada pelea y salir con la mano en alto”, explica.
En un país donde el boxeo se ve como un deporte para hombres, Esmeralda enfrentó el rechazo hasta de su familia cercana; sin embargo, su padre fue quien confió en ella y la impulsó para salir adelante.
“Vengo a cumplir el sueño de todos porque mi padre también fue boxeador. Antes de viajar me desearon éxito y me dijeron que disfrutara mi sueño y no me preocupara por nada de lo que pasara en México”.
La vida se ha puesto complicada para la pugilista, pues sus padres y ella se contagiaron de COVID-19, su hermano tuvo un accidente grave y falleció el entrenador del equipo nacional, Francisco Bonilla. No obstante, esas dificultades son motivaciones para tratar de colgarse una presea.
“No sé por qué, pero el accidente de mi hermano me motivó. Es una sensación que no me explico, quizás fue el ánimo o el estar entrenando que ha hecho que me despeje un poco de los sentimientos negativos”.
Brianda Cruz, Esmeralda Falcón y Rogelio Romero conforman el equipo mexicano de boxeo, quienes participarán en una ciudad en donde la vez anterior que fue anfitriona de los Olímpicos, en 1964, este deporte fue el único que le dio medalla a México, con el bronce del también capitalino Juan Fabila.