Aun cuando López Obrador afirma que es un modelo de comunicación directa, lo cierto es que la conferencia mañanera sirve para sus propios intereses
Raúl García Araujo | @araujogar
La conferencia de prensa “mañanera” del presidente Andrés Manuel López Obrador se convirtió, a cinco años y cinco meses de distancia, en todo un aparato de comunicación política, que lo mismo sirve para atacar a sus adversarios o periodistas, o, para enviar desde Palacio Nacional, mensajes directos no sólo a la clase política, sino también a empresarios para meterlos en escrutinio público.
El presidente sabe de su alcance, que ha golpeado con todo el rating de los principales noticieros matutinos, ya sea de radio y televisión, lo que le ha permitido convertirse en el programa más visto en nuestro país con alrededor de 10 millones de personas al día.
Aunque el Gobierno de México utiliza los medios públicos para su difusión como son: Canal Once y Canal Catorce, así como la estación de radio del IPN, lo importante es que su impacto real viene de las redes sociales como son Youtube, Facebook y X (antes Twitter), ya que el número de usuarios puede alcanzar casi el 90 por ciento.
Aun cuando López Obrador afirma que es un modelo de comunicación directa, lo cierto es que la conferencia mañanera sirve para sus propios intereses, que son tachar de neoliberales a sus adversarios y culparlos de todo lo malo que existe en el país, aunque también abre espacio para desmentir a periodistas que están en contra del movimiento de la 4T.
Contrario a los tiempos cuando fue Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal (2000-2005) que existió “La Matutina”, a partir de las 6 de la mañana de domingo a lunes, y que sólo le abrían el micrófono en los medios de comunicación cuando daba respuesta de manera directa al presidente Vicente Fox, ahora López Obrador tiene en sus redes sociales, el vehículo más adecuado para enviar el mensaje a los suyos.
Es por eso que ahora la conferencia “mañanera” se ve y escucha por todos lados en diversas plataformas, en las cuáles, incluso, los propios medios de comunicación social, se han sumado a publicarlas, ya que saben de su poder y de los millones de seguidores que tiene.
Por ello es que hombres de negocios o empresas poderosas de México, ven en este método de comunicación, la forma de exponer su diferendos o acusaciones contra funcionarios públicos, cuando están de por medio trámites o convocatorias para obras de alto impacto.
Empresarios, líderes sociales y demás, han visto en los periodistas o youtubers que asisten regularmente a ellas, el modo de sembrar preguntas a modo con único fin de influir en sus negocios o sacar adelante resoluciones judiciales que por años, se mantuvieron en el archivo muerto.
Algunos de estos comunicadores se ven beneficiados con el pago a cada una de estás preguntas, que según el compromiso adquirido, puede ir desde los 20 mil hasta los 200 mil pesos, ya que el presidente López Obrador puede ordenar, en ese preciso momento, que los afectados puedan tener el acceso directo con funcionarios de primer nivel de gobierno para sacar adelante sus pendientes.
Es que existe una orden precisa del Jefe del Ejecutivo Federal, de que todos los secretarios de estado, a pesar de no estar presentes en la conferencia mañanera en Palacio Nacional, deben estar pendientes de ella, ya que desde ahí, les envía instrucciones para resolver los diferentes problemas que le presentan los periodistas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció una pausa para este jueves y viernes, en su conferencia de prensa “mañanera”, para dar pie, a los días de reflexión para la elección Presidencial que tendrá lugar el próximo domingo 2 de junio, sabiendo que utilizó su método de comunicación política para sembrar entre los suyos que deben salir a votar para dar continuidad al proyecto de 4T.
Ya dijo que no hará ningún anunció antes y durante la jornada electoral, ya que toda la carga política y mediática estará centrada en Palacio Nacional para el lunes 3 de junio, donde seguramente, la mañanera romperá récord, ya que será la más vista, desde que nació en diciembre de 2018.
En Cortito: Nos cuentan que con distintos grados de dramatismo, hace más de 14 años, periodo en el que ocurrieron tres elecciones ordinarias de gobernador, que el panorama no se veía tan definido en Puebla, como el que se proyecta para este domingo 2 de junio.
Las referencias aritméticas y la fuerza que le ha impreso su campaña, ponen ya al morenista Alejandro Armenta como el virtual ganador de la contienda.
La duda será la diferencia que alcance sobre su adversario, el panista Eduardo Rivera Pérez, quién es candidato de una coalición de su partido con el PRI, PRD y el local Pacto de Integración Social (PSI), un partido que tiene ligas con personajes que han sido mencionados en investigaciones por robo de combustible o, como se le conoce, huachicol.
En todo el territorio estatal, nos confirman Fuentes y también nos comparten datos colegas de allá, Armenta ha sabido crear una comunión en torno suyo, de los morenistas fundadores, siempre celosos de su cepa lopezobradorista; de expriistas que lo mismo han salido recientemente que desde hace muchos años de aquel instituto que fue aplanadora estatal; de sectores sociales que disentían de la izquierda; de cuadros que pertenecieron también a Acción Nacional, e incluso de una abundante comunidad de votantes apartidistas.
Varias encuestas que se han levantado al respecto y en ninguna el panista estuvo siquiera cerca de Armenta.
El mejor momento de Eduardo Rivera Pérez fue cuando era alcalde de la capital de Puebla y tenía todo el aparato municipal en torno suyo, sobre todo el metiático diariamente, que lo ubicaba lejos del senador morenista por al menos 15 puntos.
Después cuando solicitó licencia definitiva para ir a la competencia electoral, a finales de diciembre del año pasado, se derrumbó su proyecto y la posibilidad de llegar a la gubernatura.