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El gobernador de Jalisco Pablo Lemus Navarro guarda silencio.

Cansados de vivir entre el miedo y la indiferencia gubernamental, los ciudadanos de Teocaltiche lograron lo que parecía imposible: forzar la atención del gobierno federal y conseguir el despliegue de fuerzas de seguridad en su municipio.

El colectivo Frente Teocaltiche Por Nuestra Gente agradeció públicamente a la comunidad por su participación y valentía, luego de que varias unidades de la Guardia Nacional y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional arribaran a la zona para reforzar la seguridad.

La presión social no fue menor. El pasado 3 de marzo, representantes del colectivo viajaron a la Ciudad de México para manifestarse ante la Secretaría de Gobernación (SEGOB), presentando denuncias formales y exigiendo una intervención directa ante la violencia creciente en la región.

Pero el mensaje más potente llegó el 10 de abril, cuando llevaron a cabo la clausura simbólica de Casa Jalisco en la capital del país. El acto fue una forma de protesta contra la inacción del gobierno estatal frente a los asesinatos y hechos violentos que han sacudido a la comunidad.

Las redes sociales se encargaron de amplificar la indignación. La protesta se viralizó rápidamente y generó una ola de reacciones por parte de ciudadanos, activistas y medios de comunicación, que evidenciaron la crítica situación de seguridad en Teocaltiche.

Mientras tanto, el gobernador Pablo Lemus Navarro guarda silencio. Hasta la fecha, no ha emitido declaraciones oficiales sobre el tema ni ha enviado a representantes estatales a dar la cara en el municipio.

Aunque la llegada de las fuerzas federales representa un avance, los pobladores insisten: no se trata solo de presencia militar, sino de un compromiso real, duradero y coordinado para devolverle la paz a una comunidad que ya no está dispuesta a callar.