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Fuerzas federales y estatales tomaron el control de la corporación; hay 58 detenidos, entre policías y empleados, entre ellos el titular de la dependencia y sus cinco escoltas

Fuerzas federales y estatales tomaron el control de la policía de Taxco, Guerrero, tras una serie de denuncias de secuestro, desaparición forzada y colusión con el crimen organizado. El incidente que habría detonado todo fue la desaparición de cinco jóvenes, la madrugada del 25 de agosto.

En total fueron presentados ante la Fiscalía estatal 58 personas, 49 son policías y empleados de la dirección de seguridad, entre ellos el titular, Christopher Hernández. Aún no se sabe cuántos de ellos serán imputados por algún delito.

El gobierno del estado se hará cargo de la seguridad en la ciudad platera en tanto los policías no regresen a sus funciones.

Entre los detenidos están tres policías que contaban con órdenes de aprehensión por su probable responsabilidad en el delito de secuestro y se habla de uno más que no fue localizado al momento del operativo.

Otras seis personas que se identificaron como escoltas del Secretario de Seguridad Pública del municipio, Christopher Hérndez, pero que no acreditaron ser policías también fueron detenidos.

La madrugada del 25 de agosto, fueron detenidos cinco jóvenes que estaban en el bar La Intriga, ubicado en la calle Miguel Hidalgo, del barrio de San Miguel.

Al parecer, los cinco jóvenes ingresaron a las instalaciones de barandilla, pero después desaparecieron. Sus familiares denunciaron el hecho a través de redes sociales, exigiendo a las autoridades su presentación con vida.

El municipio de Taxco ha vivido episodios de violencia como el secuestro masivo de trabajadores del Ayuntamiento de los que una decena siguen sin localizarse, también en este lugar se registró un secuestro masivo de periodistas y sus familias, cinco personas en total que después fueron liberados pero tuvieron que dejar de escribir.

Entre los incidentes trascendentes también se cuenta el secuestro y posterior asesinato de la niña Camila, que derivó en el linchamiento a la presunta asesina frente a policías que nada hicieron para detener a la turba.

El municipio ha tenido suspensiones del transporte debido a amenazas de supuestos grupos criminales a los choferes. Asimismo, hace poco se registró el secuestro y asesinato de dos elementos de la policía ministerial.

 

El propio presidente municipal ha sufrido dos intentos de asesinato, y no se descarta que en la policía municipal existan elementos que tengan relación con los grupos delincuenciales que operan en la zona.