El ex futbolista profesional tiene que ir preparando su rendición de cuentas a los morelenses y explicarles cuáles fueron las razones que lo llevaron a no cumplir una sola promesa de campaña
Por Luis Alberto Beltrán | Twitter: @reporteroyosoy
Cuauhtémoc Blanco se encuentra a unas semanas para que pueda definir su futuro político. Si solicita licencia para irse de lleno a la campaña por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México o se queda a terminar su sexenio.
Mientras esto sucede ya salieron las voces a decir que el ex futbolista profesional tiene que ir preparando su rendición de cuentas a los morelenses y explicarles cuáles fueron las razones que lo llevaron a no cumplir una sola promesa de campaña.
También grupos de abogados se reunieron con los diputados locales para exponerles su preocupación por el panorama de violencia que hay en la entidad y que puede ser una de las causales para iniciar un juicio político en contra de mandatario.
El Cuau tiene a 15 de los 20 diputados en su contra. El llamado G15 que conforma el bloque opositor –incluyendo a algunos legisladores de Morena- lo ha puesto en jaque una y otra vez, porque ya no puede hacer libres transferencias del presupuesto; es decir, quitar recursos de una dependencia y destinarlo a otra, como lo hizo en estos cuatro años en los que ha utilizado más de 800 millones de pesos para su manejo de imagen y que poco le han servido, ya que se encuentra en los primeros lugares de los peores gobernadores de México.
Por si esto fuera poco, su hermano, Ulises Bravo, se ha puesto el traje de salvador de la 4T en Morelos y pretende reunir a los cuadros morenistas para que apoyen un proyecto de continuidad con el actual coordinador de Asesores de la oficina de la Gubernatura, Víctor Mercado Salgado, “El Wero”, conocido como uno de los funcionarios más corruptos del gabinete del Cuau.
Y si el respaldo le alcanza también se apuntará para ser el candidato de Morena a la presidencia municipal de Cuernavaca y colocar a sus más cercanos en posiciones plurinominales.
Para evadir el tema de un posible juicio político, Cuauhtémoc Blanco, como es su costumbre, salió a acusar sin pruebas a los diputados de que están vendiendo las magistraturas en 4 millones de pesos, lo que le valió el presidente del Congreso, el panista Francisco Sánchez Zavala, le exigiera demostrar con hechos su acusación y acudir a denunciar ante las instancias que correspondan.
Cuauhtémoc Blanco ha hecho bien una sola cosa: pelearse con todo mundo. Pero se le olvida que la fiscalía anticorrupción presentó tres denuncias en el congreso para iniciarle un juicio político por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito, fraude procesal y falsedad de declaración ante la autoridad, aunado a sus presuntos vínculos con grupos de la delincuencia organizada.
Veremos si los diputados sacan del cajón dichas solicitudes o toman en cuenta la petición de los abogados para prepararle el camino al ex futbolista profesional y no precisamente a la CDMX.






