La justicia en México no se aplica con la misma vara, los políticos la utilizan para vengarse y retirar del camino a quienes les estorbe y de paso proteger a quienes les convenga. Si ese es rumbo Cuauhtémoc Blanco quedaría nuevamente en el papel de víctima
Por Luis Alberto Beltrán | @reporteroyosoy
Cuauhtémoc Blanco sintió que el agua le llegó al cuello. No solo eso, estuvo acorralado por los golpes mediáticos de su media hermana, Fabiola, que buscó una salida y se escudó en el mejor papel que ha interpretado como actor: la víctima.
Desde que inició en la política el ex futbolista profesional se ha refugiado en esa figura para que la gente se apiade de él y lo apoye. Esa cortina le ha funcionado muy bien hasta ahora, pues ninguna de las acusaciones que pesan en su contra han prosperado.
En su paso como alcalde de Cuernavaca recibió infinidad de reclamos de los habitantes por no hacer obra pública y desviar recursos; la respuesta inmediata fue “es que los políticos no me dejan trabajar”.
Cuando le recriminaban los altos índices de inseguridad, respondía que no tenía el manejo de la policía y cuando se ventiló que había entregado a grupos delincuenciales el manejo del sistema de agua potable de inmediato desacreditó esas versiones haciéndose la víctima.
Incluso, siguiendo en su papel de víctima, hizo una huelga de hambre en Catedral de Cuernavaca.
Ya como gobernador, en una de las conferencias mañaneras de López Obrador, se dio a conocer el Caso Primavera, una investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera que documentó el primer desvío millonario orquestado por su ex representante y entonces jefe de la oficia de la gubernatura, José Manuel Sanz, y también recurrió al mismo papel de víctima.
Después se dio a conocer una fotografía con los principales capos de Morelos tomada en una reunión en una iglesia del municipio de Yautepec, ¿y qué cree? También se hizo la víctima.
Y así se pueden enumerar infinidad de casos de corrupción, nepotismo, desvío de dinero público, violencia desbordaba y Cuauhtémoc Blanco vuelve a jugar el papel de víctima. Le ha servido tanto que durante años Morena le ha creído y protegido para evitar que pise la cárcel.
Lo más grave es que el mismo ex presidente López Obrador lo cubrió en su sexenio y propuso para que fuera diputado federal plurinominal.
Por eso Cuauhtémoc Blanco ha utilizado una y otra vez ese manto protector para cometer abusos, sin que nada ni nadie pueda impedírselo.
Uno de los casos que llamó la atención recientemente fue la denuncia que interpuso su media hermana – que el mismo Cuauhtémoc Blanco negó lazo consanguíneo alguno- por presunto abuso sexual cometido nada más y nada menos que en la residencia oficial Casa Morelos durante el año 2023.
Ante los embates mediáticos que duraron semanas, el ex gobernador regresó a Morelos el viernes pasado, pero no para rendir cuentas de todas las acusaciones que tiene, sino para hacerse la víctima y decir una vez más que es una persona honesta, que no ha tomado un solo centavo del erario, que todo mundo le tiene mala fe, que a muchos les incomoda que ocupe una curul en el Congreso de la Unión y que todo que expuso Fabiola en la denuncia son mentiras.
El escándalo llegó hasta la máxima tribuna de la presidencia donde Claudia Sheinbaum solo le dedicó unos segundos de su extenso mensaje para decir que se investigue, pero hasta ahí quedó todo.
Con la presión encima, Cuauhtémoc Blanco se sacó de la manga una estrategia que puede cambiar la jugada drásticamente. Podría pasar de victimario a víctima.
Ayer en una entrevista en San Lázaro El Cuau dijo que es necesario presentar una iniciativa para proteger a los hombres de señalamientos falsos como los que él presuntamente está sufriendo. Si sucede, podría tomar ese estandarte y convertirse en el protector de los varones que han sido acusados e incluso pisado la cárcel por acusaciones infundadas.
Sobre este caso sale a colación el video que se hizo viral de Lady Uber, donde la chica pasajera acusa al conductor de acoso, por el simple hecho de no manejar como ella quería. Por suerte el trabajador de esta plataforma grabó el trayecto y todas las mentiras quedaron registradas.
Por asuntos como este, Cuauhtémoc Blanco podría recibir el apoyo de muchos hombres que han sufrido realmente esta situación y se pondría en tela de juicio algunos casos reales de mujeres que denuncian acoso y abuso sexual.
La justicia en México no se aplica con la misma vara, los políticos la utilizan para vengarse y retirar del camino a quienes les estorbe y de paso proteger a quienes les convenga. Si ese es rumbo Cuauhtémoc Blanco quedaría nuevamente en el papel de víctima.