El traficante de armas se entregó en 2018; admitió fabricar y vender armas para el CJNG y el CDN

En Estados Unidos, Andrew Scott Pierson, de 46 años, fue sentenciado por el juez federal de distrito Brian S. Miller, a 12 años de prisión por traficar armas de fuego a cárteles mexicanos.

Pierson fue arrestado en la frontera sur de Estados Unidos el 10 de diciembre de 2018 y admitió haber pedido y recibido partes de armas de fuego de Estados Unidos y fabricado armas automáticas en México para los cárteles CDN y CJNG.

De 2012 a 2018, Pierson radicó de manera ilegal en México, donde vendió sus servicios de armero a ambas organizaciones criminales, a las que dotó de armas basadas en diseños de Colt, Barrett y rifles de asalto M15, AR15 y AR14. De acuerdo con el gobierno estadunidense, en el caso de Colt incluso aprendió a manufacturar sus componentes en talleres artesanales.

¿Cómo traficaba las armas?

Según la fiscalía estadunidense, desde 2012 Andrew Scott Pierson, adquiría partes de armas, modificaba o falsificaba sus marcas y las traficaba desde Texas por la frontera a México. Ahí construía o diseñaba los artefactos que terminaron en manos de organizaciones criminales. Producía lo que en EU conocen como PMF’s , Armas de Fuego Hechas Personalmente, por sus siglas en inglés.

Trabajaba con otras siete personas. Una de ellas, la ciudadana mexicana María Almendarez, quien era su enlace en Laredo, Texas, para recibir los cargamentos con partes de armas.

El expediente de Pierson, que reside en Arkansas, toma en cuenta las actividades identificadas solamente entre 2014 y diciembre de 2018. En ese periodo se identificó que compró accesorios para reparar y construir armas, además de equipo, accesorios y municiones para armas de fuego. Pierson y sus colegas movían los productos entre California, Oklahoma y Arkansas, y finalmente hacia Laredo, Texas. Muchas veces, a través del Servicio Postal de EU.

Desde Texas cruzaban los productos por la frontera a Nuevo Laredo, Tamaulipas. Falsificaban las marcas para evitar que pudieran ser identificadas y rastreadas.

La investigación comenzó en 2013 en el estado de Oklahoma. La Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego rastreó varias compras de kits para construir miniametralladoras tipo uzi. Uno de los compradores fue Pierson. A partir de esa pista, comenzaron a investigarlo y descubrieron que en dos años, realizó 221 compras de armas, entre ellas, la adquisición de 2 mil rondas de munición.

En diciembre en 2018, Pierson se entregó a las autoridades. En septiembre de 2019, fue formalmente acusado, junto con sus otros coconspiradores de cinco cargos relacionados con el tráfico de productos pirata de armas, tráfico de armas y violación de la Ley Kingpin contra capos de la droga.

El primer caso en su tipo, de acuerdo con las autoridades de EU y a finales del año pasado, se declaró culpable de conspirar para traficar armas para narcotraficantes mexicanos luego de entrar en un acuerdo de colaboración.