En la secundaria, Ramos fue víctima de bullying por tener un tartamudeo y un fuerte ceceo, dijeron familiares y amigos


Salvador Ramos, el joven de 18 años que el martes mató a 21 personas en una escuela de Uvalde, Texas, sufría bullying por un impedimento del habla en su infancia, de acuerdo a medios locales.

Salvador solía ser violento con sus compañeros y extraños, comentaron amigos y familiares.

Un amigo de Ramos comentó a medios de Estados Unidos que lo conocía desde que estaban en la primaria, sin embargo, termino la amistad cuando Salvador cambió su forma de ser.

Ambos solían jugar a videojuegos como Fortnite y Call of Duty e incluso baloncesto. En una ocasión Ramos llegó al parque con la cara arañada y dijo que había sido el gato.

Luego me dijo la verdad, que se había cortado la cara con cuchillos una y otra vez. Me dije: ‘Estás loco, hermano, ¿por qué harías eso?”, dijo Santos Valdez Jr, quien luego señaló que Ramos le respondió que lo hacía por diversión.

En la escuela intermedia y en la secundaria, Ramos fue víctima de bullying por tener un tartamudeo y un fuerte ceceo, dijeron amigos y familiares.

«Le acosaban mucho, como acosado por mucha gente, por las redes sociales, por los juegos, por todo. Era el chico más simpático, el más tímido. Sólo necesitaba salir de su caparazón”, dijo otro amigo de Salvador.

El joven identificado como García mencionó que intentó ayudar a su amigo, quien tuvo que mudarse a Texas por el trabajo de su madre.

García señaló que Salvador dejó la escuela, se dejó crecer el pelo y su manera de ser también se transformó.

De acuerdo con las autoridades, el agresor utilizó un arma comprada este mes, días después de cumplir 18 años, para disparar y herir gravemente a su abuela.

Por otra parte, vecinos de Ramos señalaron que el joven y su madre solían discutir, incluso llegaron a ver policías afuera de su casa.

Familiares del agresor, refirieron que la mujer consumía drogas, lo que contribuyó a la agitación en el hogar y motivo por el cual Salvador se mudó con su abuela.