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Se espera que este sábado Pablo Lemus acuda personalmente al municipio.

A unas horas de que venza el plazo de pacificación prometido por el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, la realidad en Teocaltiche sigue siendo alarmante: calles vacías, comercios cerrados y un miedo palpable entre los habitantes que apenas se atreven a salir de sus hogares.

Vecinos de la localidad declararon a Dominio Público Noticias que la población vive bajo amenaza constante ante la posibilidad de cruzarse con hombres armados.

“Solo salimos si es absolutamente necesario. El miedo ya es parte de nuestra rutina”, expresaron.

Los patrullajes de la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco, así como de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, son escasos y casi simbólicos, aseguran los pobladores. Mientras tanto, la vida cotidiana en el municipio prácticamente se ha paralizado.

Después de las 8 de la noche, Teocaltiche se convierte en un pueblo fantasma. Ni un alma en la plaza principal ni en los establecimientos que solían recibir a familias y jóvenes en busca de un rato de esparcimiento.

La desesperación ha llevado a los habitantes a reactivarse y organizarse nuevamente para exigir soluciones reales.

Planean viajar a la Ciudad de México para solicitar una audiencia con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. Su petición: que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, se instale en el municipio y despliegue operativos de alto impacto que desmantelen la presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación y del Cártel de Sinaloa, los grupos que mantienen secuestrado al municipio con violencia y terror.

Hasta ahora, el saldo del plan de paz promovido por el gobernador Lemus es trágico: 23 homicidios violentos, entre ellos tres funcionarios municipales. La población exige respuestas y resultados.

Para este sábado, se espera que Pablo Lemus acuda personalmente a Teocaltiche. Los ciudadanos piden más que discursos: exigen acciones concretas y una estrategia efectiva que devuelva la tranquilidad a un municipio que vive con miedo.