En Apulco, Zacatecas nadie quiere ser policía ante el temor de ser víctimas del CJNG que aterrorizan la zona

En Zacatecas, Apulco y Monte Escobedo no cuentan con policías municipales para que realicen tareas de seguridad y vigilancia en estas localidades.

Mientras que el secretario de Seguridad Pública del estado, Adolfo Marín Marín, asegura que los alcaldes de ambos municipios, se niegan a lanzar convocatorias para reclutar a nuevos policías, la alcaldesa de Apulco, Yaneth Morales, sostiene que tiene que recurrir al apoyo del gobierno federal pues en el estado el apoyo es nulo pese a la evidencia de convoyes armados de los criminales

Lo cierto, es que al menos en Apulco, sus habitantes se niegan a incorporarse a la policía municipal, porque tienen claro que la localidad es controlada por sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y en caso de enlistarse son amenazados de muerte.

Desde octubre de 2018, los elementos que había en ese municipio renunciaron al ser amenazados por ese grupo criminal. Desde entonces su presidenta municipal enfrenta amenazas y aunque ha pedido el reforzamiento de la seguridad, sólo han enviado refuerzos cada que un ataque contra la población o el municipio se vuelve mediático.

Prueba de la violencia es el ataque que hace unos días sufrió el esposo de la alcaldesa junto con otro colaborador del municipio y un policía.

Hace una semana, el titular de Seguridad Pública de Zacatecas, declaró que las autoridades locales se resistían a reclutar nuevos elementos de seguridad en Apulco y Monte Escobedo.

Lo que el funcionario estata no dijo, es que en Apulco, la violencia desatada en los últimos meses, es provocada por delincuentes del CJNG que quieren apoderarse de la zona.

En Monte Escobedo, lugar donde el pasado 27 de octubre grupos criminales dejaron una cabeza humana que fue robada por un perro callejero, el alcalde Manuel Acosta, dijo que la gente no quiere convertirse en policía municipal por la violencia que impera en todo el estado.

En febrero de 2021 fue secuestrado y asesinado el único policía del municipio, Ricardo Acosta García, quien en una entrevista para Televisa en 2019, dijo que cuando entró a la corporación en 2013 eran 22 agentes, para 2019 sólo quedaba él y dos años después el crimen organizado lo mató.

Actualmente en esa localidad, 20 elementos de la Policía Estatal Preventiva se encargan de realizar las tareas y necesidades de seguridad de la población.

Mientras que en Apulco, ante el grado de violencia en que operan los sicarios del CJNG, un dron de la Secretaría de Seguridad Pública hace las tareas de seguridad, en coordinación con 30 elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano.