En el Congreso y en el gobierno del estado analizan los escenarios posibles pues el suplente de Jauregui también ha sido ligado al CJNG
Tras el desafuero y separación del cargo de Mauro Yuriel Jauregui como presidente municipal de Apulco, Zacatecas, en el gobierno del estado y el Congreso local analizan quién quedará al frente del ayuntamiento.
Por procedimiento, debería quedar al frente el alcalde suplente, pero en este caso ha quedado evidenciado que esa persona, Israel Ramírez Iñiguez, tendría nexos con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Como lo documentó este medio el 16 de agosto de este año, este sujeto se muestra en sus historias de WhatsApp con armas largas de uso exclusivo del ejército y chalecos tácticos con el emblema de la calavera de «punisher» que usan los sicarios del CJNG en esa región limitrofe entre los estados de Zacatecas y Jalisco.
El suplente de Jauregui no tenía empacho en mostrarse encapuchado y armado acompañando esas imagenes con fondos musicales referentes al CJNG: «somos gente del señor Oseguera… en mi pasado yo fui militar», se escucha en una de las grabaciones enviadas a este medio.
En el congreso local analizan la viabilidad de entregarle el mando del municipio a este personaje, además de que hay poca «confiabilidad» en el cabildo pues fue público que no se siguieron los procedimientos legales para su conformación y los nombramientos se hicieron sin que el cabildo se hubiera instalado.
Hay que recordar que la corta gestión de Mauro Jauregui estuvo marcada por irregularidades que él intentó minimizar como el heco de que no se presentó a los actos protocolarios de entrega-recepción, toma de protesta ni ceremonia de «El grito de Independencia» la noche del 15 de septiembre.
Ante esta situación es posible que el estado asuma el control mientras se define qué pasará con la presidencia de Apulco.
«Lo más probable es que el gobierno estatal mande una terna al congreso para elegir un sustituto y que se convoquen a elecciones extraordinarias en enero próximo», indicó una fuente del gobierno del estado.
Por lo pronto, ya sin fuero, Jauregui deberá enfrentar las acusaciones por tentativa de homicidio y asociación delictuosa, ésta última con un desglose ante autoridades federales por sus presuntos nexos con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Mientras que las dos tentantivas de homicidio serían por ataques en los que fue plenamente identificado contra trabajadores que instalaban cámaras para la pasada administración municipal y contra un grupo de expolicías.