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Del 17 al 20 de agosto, se registraron 10 asesinatos, los cuales el gobernador confirmó que están ligados al crimen organizado

Más de 30 homicidios dolosos han ocurrido en Sinaloa desde el 25 de julio pasado, cuando Ismael El Mayo Zambada fue detenido en Estados Unidos. La mayoría de estos son ejecuciones con similitudes en el modus operandi: hombres con signos de tortura e impactos de bala que aparecen en lugares poco poblados, principalmente en la periferia de Culiacán.

Aunque el gobernador Rubén Rocha Moya y el presidente López Obrador aseguran que no existe conflicto en Sinaloa tras el presunto secuestro de Ismael El Mayo Zambada orquestado por los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, una guerra de baja intensidad empezó hace un mes.

Tan solo el fin de semana, del 17 al 20 de agosto, se registraron 10 asesinatos, de los cuales el gobernador Rubén Rocha Moya confirmó que están ligados al crimen organizado.

“Hubo dos, y el sábado hubo seis, y el viernes cuatro. Estos seis y estos cuatro sí tienen que ver con relaciones de las organizaciones del crimen organizado”, señaló el mandatario.

El sábado 17 de agosto, Martín Corrales García, alias El Tano, fue encontrado sin vida y con signos de tortura en el poblado de Conitaca, ubicado en el municipio de Elota, con las manos atadas y los ojos encintados, junto a otros dos hombres. Esta persona había sido boletinada por el Gobierno de Estados Unidos; se le señalaba por traficar armas, así como por la producción de fentanilo y metanfetamina, por lo que la DEA ofrecía cuatro millones de dólares.

Otro asesinato relacionado con el crimen organizado fue la ejecución de Juan Carlos G, conocido como El Vampi. Fue asesinado el 14 de agosto en el poblado La Campana, en Villa Adolfo López Mateos. Había asistido a un funeral en Badiraguato y al llegar a la capital sinaloense fue interceptado por sujetos armados que lo persiguieron y lo asesinaron junto con su acompañante.

El Vampi estaba vinculado con la facción de El Mayo, tras su muerte comenzó a circular una foto de él junto a Vicente Zambada, Ismael Zambada Imperial, Eliseo Imperial Castro, El Cheyo Ántrax, sobrino de El Mayo, Francisco Arce Rubio, Pancho Arce; por la relación con estos dos últimos personajes, los cuales fueron ya asesinados por civiles armados, se asume que El Vampi era miembro de la fracción de Los Ántrax.

Aunque en estas primeras cuatro semanas las calles de Sinaloa no han sido escenario de enfrentamientos entre civiles armados, sí existen choques al interior del Cártel de Sinaloa.