Hay grandes áreas llenas de lodo, largas filas en supermercados y gasolinerías, así como decenas de personas que caminan para regresar a sus viviendas, muchas anegadas o destruidas
Acapulco es zona de desastre, como hace casi un año cuando arribó el huracán Otis al puerto.
La cantidad de agua que cayó durante cinco días seguidos dejó amplias zonas del municipio bajo el agua. Hay grandes áreas llenas de lodo, congestionamiento vehicular en algunos puntos, largas filas en supermercados y gasolinerías, así como decenas de personas que caminan para regresar a sus viviendas, muchas anegadas o destruidas.
Tras las intensas lluvias generadas por el fenómeno natural, a las playas del puerto llegaron troncos, restos de tinacos, llantas, madera, láminas, fierros, lonas y botellas de vidrio y plástico.
Durante este fin de semana, las toneladas de basura sustituyeron a las sombrillas, toldos, mesas y sillas que prestadores de servicios rentan a los turistas que acuden a las playas.
Aunque las calles de Acapulco comienzan a recobrar vida después de cinco días de tormenta, otra vez se observa un escenario de desastre.
En supermercados de la franja turística los anaqueles de víveres están vacios. En las llamadas tiendas de conveniencia hay letreros que avisan se acabó la canasta básica
.
Grandes tramos de la avenida Costera Miguel Alemán siguen empantanados. Hay congestionamiento vehicular y largas filas de personas que intentan ingresar a tiendas departamentales, así como a las estaciones de combustible.
En total, las víctimas fatales asociadas al dos veces huracán John son 24: 18 de Guerrero, cinco en Oaxaca y una en Michoacán.
Por John, las fuerzas federales efectuaron el rescate de más de cinco mil personas y la mayoría se encuentra en albergues.
Además, reportan que en Acapulco, la mayor ciudad y puerto de Guerrero, comienza la escasez de alimentos, agua y medicinas.