El operativo incluyó la revisión de 29 negocios en Tulum, entre hoteles, restaurantes, farmacias y tiendas de conveniencia
La Profeco colocó sellos de suspensión en el hotel Diamante K, ubicado en la zona turística de Tulum, Quintana Roo, y propiedad del empresario y actor Roberto Palazuelos.
La acción se enmarca dentro de un operativo de verificación que sorprendió a turistas y habitantes, y que responde a denuncias por incrementos injustificados en tarifas de hospedaje y servicios.
De acuerdo con la dependencia, la medida se tomó tras recibir múltiples quejas de visitantes y residentes que señalaron cobros excesivos y prácticas contrarias a la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC).
El operativo incluyó la revisión de 29 negocios en Tulum, entre hoteles, restaurantes, farmacias y tiendas de conveniencia.
Parte del escrutinio se centró en la zona conocida como Parque Jaguar, donde se inspeccionaron 22 establecimientos. En ese contexto, se detectaron tarifas alarmantemente altas: por ejemplo, el precio máximo de una habitación doble en Diamante K alcanzó los 13,860 pesos, muy por encima del promedio localizado por Profeco.
Además de los precios, la Profeco identificó múltiples violaciones a la LFPC. Entre ellas, la falta de exhibición clara de tarifas, ausencia de términos y condiciones en los servicios, inducción al pago de propinas, falta de comprobantes de hospedaje y menús que mostraban precios en moneda extranjera o en idiomas distintos al español.
Se documentó que la tarifa más alta de Diamante K se ubicó entre 890% y 1,880% por encima de los precios promedio del centro de Tulum, dependiendo del punto de comparación.
También se documentaron sobreprecios en alimentos y bebidas: un guacamole llegó a costar hasta 280 pesos, una hamburguesa simple sobrepasó los 400 pesos y tres tacos de pastor, asada o bistec alcanzaron los 400 pesos.
La suspensión del hotel de Palazuelos forma parte de un operativo más amplio en el que también fueron sancionados otros tres complejos de la zona: Pocna Tulum, Villa Pescadores y Cabañas Playa Condesa.
La Profeco subrayó que estas acciones buscan proteger la economía de los consumidores y garantizar que los servicios turísticos cumplan con la normativa.






