Algo que de plano no me cabe en la cabeza —y aún no entiendo de la 4T— es ¿por qué no saben ganar?
Miguel Camacho @mcamachoocampo
Desde antes de la marcha denominada de la Generación Z, varias preguntas rondan mi cabeza, todas empiezan con un ¿por qué…? ¿Por qué intentar desacreditar a los “organizadores”, reales o imaginarios? ¿Por qué invocar un discurso patriotero hablando de grupos internacionales? ¿Por qué seguir con la narrativa de que nosotros somos buenos y quienes nos cuestionan son malos?
Y es que, conforme se acercaba la fecha de la marcha, la 4T sacó el manual que usan cada vez que se sienten cuestionados, cuya regla principal es golpear la credibilidad y las intenciones de quienes los interpelan:
“Nosotros permitimos la libre manifestación de las ideas, no perseguimos, no censuramos, pero… ¿ya saben cuánto gana?… Es de derecha… Quieren recuperar privilegios”.
En este caso, la narrativa fue: Qué bueno que se manifiesten los jóvenes, pero que no se dejen manipular porque detrás de la convocatoria están… Y acto seguido soltaron la clásica lista de sus villanos favoritos y sus macabras intenciones de desestabilizar y crear la “falsa imagen” de que existe descontento en contra de la 4T.
No me atrevería a afirmar que la 4T tiene miedo y que la avalancha de críticas fue por temor, pero dedicar 25 minutos de “la mañanera del pueblo” a intentar demostrar un complot parecía darle la razón a quienes sí lo insinuaron.
Pero algo que de plano no me cabe en la cabeza —y aún no entiendo de la 4T— es ¿por qué no saben ganar? Lo digo por las declaraciones del secretario de Educación, Mario Delgado, en un evento con la presidenta:
“Presidenta, juntó usted aquí más jóvenes en Jonuta que allá en la Ciudad de México, los que pretendieron marchar; porque la educación es lo que convoca a esta generación”.
Según ellos ya habían ganado, la marcha fracasó, podían respirar. ¿Para qué hablar así?
Ayer, al hablar del tema, como era de esperarse lanzó toda la caballería contra los manifestantes. Dijo que no hubo jóvenes, que marcharon los mismos de siempre, que terminó en violencia, que él defiende el pacifismo, que se someterá a la revocación de mandato… En pocas palabras, dio a entender que para ellos la manifestación fracasó.
Desde mi muy particular punto de vista —sin meterme a juzgar si fue un fracaso o no— creo que la 4T vio algo en la convocatoria del sábado. De lo contrario, no hubieran dedicado tanto esfuerzo a desinflarla. ¿Miedo? Yo creo que no. Más bien la sensación de que el domo de cristal se está agrietando y la realidad no es tan perfecta como la que ellos pintan.
EN EL TINTERO
Volvieron los narcobloqueos a Michoacán… ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo?






