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La impunidad en el caso de Ruvalcaba refleja la indiferencia del gobernador Pablo Lemus ante los asesinatos de mujeres.

A cuatro meses del asesinato de la regidora y jefa de enfermeras Cecilia Ruvalcaba, la Fiscalía de Justicia de Jalisco y el gobierno de Pablo Lemus no tienen avances contundentes ni certezas sobre los responsables.

El crimen, ocurrido el 9 de mayo dentro del hospital comunitario de Teocaltiche, permanece impune y exhibe la fragilidad de las instituciones frente a la violencia que desangra a la región alteña.

Aunque las autoridades han presumido investigaciones y detenciones, la realidad es otra:

-La Fiscalía aseguró tener como principal sospechoso a Francisco “N”, alias El Coyote, detenido en mayo y señalado como uno de los atacantes. Sin embargo, sus supuestos vínculos con otros homicidios en Teocaltiche aún no han sido acreditados.

-Paralelamente, se indaga si Víctor Manuel Villalpando, líder criminal ejecutado en Fresnillo en julio, tuvo relación con el asesinato de la regidora, pero la propia vicefiscal Blanca Jacqueline Trujillo Cuevas reconoció que “aún no se tiene una conclusión”.

-A esto se suman los tropiezos judiciales: en junio, dos presuntos integrantes de la banda de El Coyote fueron liberados por un juez, al considerar ilegales sus detenciones.

Mientras tanto, en Teocaltiche la violencia se desborda. En medio de la disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS), circularon videos y mantas en los que ambos grupos se acusan mutuamente del asesinato de la regidora. El crimen, que conmovió a la comunidad por haberse cometido dentro de un hospital, se convirtió en bandera propagandística de los cárteles, sin que la autoridad estatal logre dar certeza ni justicia.

Lo más grave es que el asesinato de Cecilia Ruvalcaba no es un caso aislado. Según un recuento, al menos 12 mujeres han sido asesinadas en lo que va de 2025 en Teocaltiche y municipios cercanos. Entre ellas, adolescentes, trabajadoras y madres de familia, víctimas de la misma violencia armada que golpea a la región y que ha sido ignorada por el gobierno estatal.

La impunidad en el caso de Ruvalcaba refleja la indiferencia del gobernador Pablo Lemus ante los asesinatos de mujeres, una tragedia que crece sin respuesta institucional.

Pablo Lemus

Pablo Lemus

A pesar de los anuncios mediáticos y las declaraciones oficiales, los hechos muestran un estado rebasado por el crimen organizado y un aparato de justicia incapaz de cumplir su función más básica: garantizar la vida y la seguridad de sus ciudadanas.