Bernardo Bravo era una de las voces más activas del sector citrícola.
El presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, Bernardo Bravo, fue hallado sin vida este lunes dentro de una camioneta sobre la carretera Apatzingán–Presa del Rosario, en la comunidad de La Tinaja, Michoacán.
Autoridades confirmaron que el cuerpo presentaba huellas de violencia y fue localizado en un tramo carretero identificado como zona de riesgo por presencia de grupos delictivos. Elementos de la Guardia Civil y de la Fiscalía estatal acudieron al lugar para realizar los peritajes e iniciar la investigación.
Bernardo Bravo era una de las voces más activas del sector citrícola. En reiteradas ocasiones denunció extorsiones y amenazas del crimen organizado contra productores de limón en la región, además de exigir a las autoridades garantías de seguridad para el trabajo agrícola.
Fuentes cercanas señalaron que el dirigente había recibido amenazas directas y que contaba con medidas de protección personal. Aun así, continuó encabezando reuniones con funcionarios estatales para impulsar acciones de vigilancia en las zonas productoras.
El asesinato ocurre en medio de una crisis de inseguridad que golpea al campo michoacano, particularmente en regiones productoras de limón, aguacate y berries. Gremios agrícolas afirman que la violencia ha reducido la capacidad operativa hasta en un 50 por ciento y advierten que la situación pone en riesgo la economía regional.
La Fiscalía General del Estado de Michoacán mantiene abiertas varias líneas de investigación relacionadas con las denuncias previas de Bravo y los conflictos por el control de la producción.
Diversas asociaciones campesinas lamentaron el homicidio y exigieron justicia inmediata, así como medidas efectivas para frenar la violencia en el sector agrícola.