Sheinbaum presenta su libro ‘Diario de una transición histórica’ sobre lo que vivió junto a AMLO
Detalló que el libro contiene sus propios apuntes sobre la transición de gobierno con el expresidente Andrés Manuel López Obrador
Detalló que el libro contiene sus propios apuntes sobre la transición de gobierno con el expresidente Andrés Manuel López Obrador
El IMSS reconoció que, al momento del ingreso de la paciente, el hospital no contaba con suero antialacrán en existencia, pero dijo que éste se consiguió de inmediato
Llamó a esperar flujo de negociaciones y avances económicos.
La presidente Claudia Sheinbaum Pardo hizo un llamado a esperar el flujo de las negociaciones comerciales entre México y Estados Unidos. Esto ocurrió después de que el presidente Donald Trump confirmara el rompimiento de propuestas comerciales con Canadá.
La jefe del Ejecutivo Federal explicó que su administración esperará a la nueva serie de negociaciones que mantendrá el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, en los próximos días.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum Pardo mencionó que las reuniones coincidirán con la celebración de una nueva edición del Foro Económico Asia-Pacífico (APEC). “Vamos a esperar. Ayer hizo estas tres publicaciones en su red social el presidente Donald Trump. Vamos a esperar cómo avanza la relación con Canadá”, declaró la presidente.
Agregó que, en el caso de México, los avances comerciales estaban muy adelantados y que el secretario de Economía participaría en APEC para cerrar algunos acuerdos pendientes. Finalmente, subrayó que el tema “va muy bien” y que no existen razones para generar mayores preocupaciones en este momento.
El presidente Donald Trump tomó la decisión del rompimiento comercial tras acusar al gobierno de Ontario de utilizar un comercial con el expresidente Ronald Reagan criticando la imposición de aranceles.
En el Centro Hospitalario se realizan las investigaciones y se revisan las cámaras de vigilancia para tratar de identificar a la persona que se llevó del centro hospitalario a la menor
La ventaja de Morena como partido es clara en Michoacán, pero su cohesión interna no lo es. Bedolla, pragmático hasta el tuétano, prefiere controlar el escenario antes de que Morón crezca y el proyecto de gobierno que ha construido se le salga de las manos.
Claudia Bolaños @claudiabola
En Michoacán, la sucesión de 2027 comenzó hace tiempo y, como suele ocurrir en la política mexicana, el primer golpe vino desde dentro. El gobernador morenista Alfredo Ramírez Bedolla ya movió sus piezas, y lo hizo en la dirección menos previsible: no hacia Raúl Morón, su compañero de partido y viejo aliado, sino hacia Alfonso Martínez Alcázar, el alcalde panista de Morelia.
El viraje no es casual ni caprichoso. Bedolla sabe que su principal problema no está en la oposición, sino en su propio partido. Desde hace meses, la relación con Morón se ha fracturado a la vista de todos: el gobernador lo desairó en su informe legislativo; su gabinete brilló por su ausencia, y cuando los reporteros preguntaron la razón, respondió con un “sin comentarios” que dijo más que cualquier declaración. En política, el silencio también comunica ruptura.
Morón creyó tener una resurrección cuando Fernández Noroña lo “destapó” públicamente para la gubernatura, colocándolo como la figura natural de Morena en el estado. Pero a las pocas horas, el gobernador le quitó la alfombra con una jugada más hábil: su propio destape, en el aniversario del periódico ABC de Uruapan. Un acto cuidadosamente calculado, donde la fotografía de la mesa decía más que su discurso.
A su derecha, sus leales del gabinete; a su izquierda, Alfonso Martínez, el alcalde panista y uno de los pocos con estructura territorial y popularidad real. Y la frase que detonó la lectura política de la noche: “De esta mesa saldrá quien tenga que sustituirme”. No mencionó a Morón. No lo necesitó.
Los números también explican el cálculo del gobernador. Las encuestas más recientes colocan a Raúl Morón al frente de las preferencias, pero sin un dominio absoluto. De acuerdo con FactoMétrica y Alius Polls, Morón ronda entre el 35 y el 38 % de respaldo ciudadano, mientras que Alfonso Martínez se mueve en un rango de 22 a 35 %. Son márgenes que muestran que el senador es competitivo, pero no invencible, y que el alcalde ha construido una base sólida que trasciende su identidad partidista.
En otras palabras, la ventaja de Morena como partido es clara en Michoacán, pero su cohesión interna no lo es. Bedolla, pragmático hasta el tuétano, prefiere controlar el escenario antes de que Morón crezca y el proyecto de gobierno que ha construido se le salga de las manos.
Detrás de esta estrategia no hay ideología, sino preservación. Bedolla no busca prolongar el morenismo; busca garantizar continuidad política bajo sus propios términos. Alfonso Martínez representa eso: un liderazgo municipal con popularidad, sin fracturas internas y con suficiente independencia para pactar sin someterse.
Por eso el gobernador lo sienta en su mesa y lo legitima en público. No se trata de un respaldo abierto, sino de una señal: una advertencia para los suyos y una invitación a los otros. La sucesión en Michoacán no se definirá por lealtades partidistas, sino por quién garantice estabilidad.
Y Sepa La Bola pero que “Los Chapos” y “Los Mayos” compartan espacio en el penal de Aguaruto es un reflejo claro de la falta de visión de las autoridades. Mantener a criminales rivales en la misma prisión, donde ya se han registrado dos balaceras, no solo es un riesgo evidente para la seguridad de internos y custodios, sino que convierte a la cárcel en un campo de batalla predecible, donde la violencia se repite una y otra vez. Los decomisos de armas y explosivos son apenas parches ante un problema estructural que se ignoró desde la planeación.
Más grave aún es que esta situación deja al descubierto la incapacidad del Estado para controlar a los cárteles incluso dentro de sus propias instalaciones. La política penitenciaria debería impedir enfrentamientos, separar a los grupos y garantizar orden; en cambio, los operativos son reactivos, improvisados y casi simbólicos, mientras que los cárteles siguen imponiendo, de facto, las reglas dentro de la prisión. La improvisación se paga con sangre, y Aguaruto es la prueba más reciente.
Se teme que hayan sido privados de su libertad como ha ocurrido con varias personas del municipio; el reforzamiento de la seguridad sigue sin funcionar mientras el ayuntamiento guarda silencio