
Identifican a mujer asesinada esta mañana en Teocaltiche; trabajaba en Villa Hidalgo
Angélica Judith Flores, de 30 años se comunicó con su madre por la mañana antes de ser asesinada
Angélica Judith Flores, de 30 años se comunicó con su madre por la mañana antes de ser asesinada
Cárteles imponen su ley mientras el gobierno guarda silencio.
Este sábado 7 de junio vence el plazo que el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, estableció públicamente para pacificar el municipio de Teocaltiche.
Sin embargo, lejos de mejorar, la situación de seguridad ha empeorado. Desde su promesa, realizada el pasado 23 de abril, la violencia en la región no ha cesado y el crimen organizado mantiene el control territorial.
En ese periodo, han ocurrido al menos 23 homicidios dolosos en Teocaltiche, incluidos tres asesinatos de funcionarios municipales: el director de la Policía, Ramón Grande Moncada (15 de abril); el secretario del Ayuntamiento, José Luis Pereira (28 de abril); y la regidora y excandidata a la presidencia municipal, Cecilia Ruvalcaba (9 de mayo).
Todos fueron víctimas de ataques armados, sin que hasta el momento se reporten avances en las investigaciones.
A pesar del compromiso de pacificación, el municipio enfrenta también una grave crisis institucional. El secretario de Seguridad Pública del estado, Juan Pablo Hernández González, reconoció que no se han podido cubrir las 15 bajas de policías municipales registradas en lo que va del año. Aunque se abrieron 20 nuevas plazas, la convocatoria ha tenido una respuesta mínima.
Desde el secuestro de ocho policías municipales el pasado 18 de febrero —de los cuales cuatro fueron hallados sin vida—, la inseguridad en Teocaltiche se ha profundizado.
El control de la zona sigue en disputa entre células del Cártel Jalisco Nueva Generación y del Cártel de Sinaloa, sin una intervención contundente por parte del Estado.
Hasta el momento, ni el gobernador Pablo Lemus, ni el secretario de Seguridad ni el fiscal de Jalisco, Salvador González de los Santos, han informado si acudirán hoy al municipio o si presentarán algún reporte detallado sobre los supuestos avances en la estrategia de pacificación.
La ausencia de resultados y de presencia institucional alimenta la desconfianza ciudadana.
Se espera que este sábado Pablo Lemus acuda personalmente al municipio.
A unas horas de que venza el plazo de pacificación prometido por el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, la realidad en Teocaltiche sigue siendo alarmante: calles vacías, comercios cerrados y un miedo palpable entre los habitantes que apenas se atreven a salir de sus hogares.
Vecinos de la localidad declararon a Dominio Público Noticias que la población vive bajo amenaza constante ante la posibilidad de cruzarse con hombres armados.
“Solo salimos si es absolutamente necesario. El miedo ya es parte de nuestra rutina”, expresaron.
Los patrullajes de la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco, así como de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, son escasos y casi simbólicos, aseguran los pobladores. Mientras tanto, la vida cotidiana en el municipio prácticamente se ha paralizado.
Después de las 8 de la noche, Teocaltiche se convierte en un pueblo fantasma. Ni un alma en la plaza principal ni en los establecimientos que solían recibir a familias y jóvenes en busca de un rato de esparcimiento.
La desesperación ha llevado a los habitantes a reactivarse y organizarse nuevamente para exigir soluciones reales.
Planean viajar a la Ciudad de México para solicitar una audiencia con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. Su petición: que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, se instale en el municipio y despliegue operativos de alto impacto que desmantelen la presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación y del Cártel de Sinaloa, los grupos que mantienen secuestrado al municipio con violencia y terror.
Hasta ahora, el saldo del plan de paz promovido por el gobernador Lemus es trágico: 23 homicidios violentos, entre ellos tres funcionarios municipales. La población exige respuestas y resultados.
Para este sábado, se espera que Pablo Lemus acuda personalmente a Teocaltiche. Los ciudadanos piden más que discursos: exigen acciones concretas y una estrategia efectiva que devuelva la tranquilidad a un municipio que vive con miedo.
La inseguridad que persiste está fuera de su control.
A sólo dos días de que venza el plazo autoimpuesto por el Gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, para pacificar Teocaltiche, el discurso oficial comienza a cambiar.
Aunque el mandatario había asegurado que el municipio estaría en paz para el 7 de junio, ahora su administración matiza la promesa y señala que la inseguridad que persiste está fuera de su control.
“El resto de eventos tiene que ver con delincuencia organizada, y ya conocemos la naturaleza de la delincuencia organizada, que es del ámbito federal”, declaró este jueves el Coordinador Estratégico de Seguridad, Roberto Alarcón Estrada, en lo que muchos interpretan como un intento por deslindar responsabilidades.
El 23 de abril, Lemus afirmó que en un mes y medio Teocaltiche estaría pacificado. Sin embargo, a dos días del vencimiento, la administración estatal parece más enfocada en justificar lo que no se logró, que en rendir cuentas claras.
Alarcón destacó una baja en delitos del fuero común —con apenas tres robos de vehículos, uno a casa habitación y uno de motocicleta desde enero— pero reconoció que no puede garantizarse una seguridad total. “Evidentemente no hay seguridad absoluta en ninguna parte del planeta”, señaló.
Desde el Gobierno estatal también se han enumerado inversiones en infraestructura, como los 395 millones de pesos destinados a obra pública y carreteras. Pero esas cifras contrastan con la incertidumbre que aún se vive en la región.
Por su parte, el Comisario General de la Policía Preventiva Estatal, Juan González Castañeda, informó que desde el 19 de febrero —cuando la Policía Estatal asumió el control en Teocaltiche y Villa Hidalgo— se han asegurado bienes ilícitos por un valor de 520 millones de pesos y se han detenido a presuntos sicarios relacionados con homicidios de alto impacto.
A pesar de estos esfuerzos, el ambiente de inseguridad no se ha erradicado. El establecimiento de una base intermunicipal el pasado 12 de mayo y las detenciones de individuos ligados al grupo criminal “El Coyote” son presentadas como logros, pero no parecen suficientes frente a la promesa rotunda de pacificación que el Gobernador hizo hace poco más de un mes.
Mientras tanto, en Teocaltiche, la población sigue esperando la paz prometida, mientras el gobierno estatal comienza a desviar la responsabilidad hacia la Federación.
Se reitera que cualquier persona con información sobre el paradero de la joven puede comunicarse al número: 312 189 4925.
A más de 48 horas de la desaparición de Daysi Guerrero Laris, una joven de 24 años originaria de Villa Hidalgo, Jalisco, sus familiares denuncian la total indiferencia de las autoridades estatales y municipales, y hacen un llamado urgente a la Secretaría de Gobernación, a través de su titular Rosa Icela Rodríguez, así como a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para que intervengan de manera directa en el caso.
Los familiares acusan que el gobierno estatal, encabezado por Pablo Lemus, se ha negado a emitir la ficha oficial de búsqueda, mientras que la Fiscalía del Estado tampoco ha activado protocolo alguno para su localización. Ante esta omisión, urgen a que instancias federales tomen el control de la investigación.
Daysi fue vista por última vez la tarde del domingo 1 de junio, alrededor de las 6:20 p.m., en la central camionera de Villa Hidalgo, desde donde abordó un autobús con destino a Aguascalientes. Sin embargo, nunca llegó a su destino.
Sus familiares, desesperados, han intentado activar mecanismos de búsqueda por cuenta propia, acudiendo a la Policía Estatal —encabezada por Juan Pablo Hernández— y a la Guardia Nacional.
Ambas corporaciones, aseguran, han ignorado sus solicitudes de inspeccionar inmuebles que podrían estar operando como casas de seguridad del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según denuncias de pobladores locales.
“A pesar de que les hemos señalado lugares específicos donde creemos que podrían tenerla, se niegan a entrar, dicen que no pueden hacer nada. Es como si ya hubieran decidido no buscarla”, lamentó una de sus familiares.
Esta omisión institucional se enmarca en una grave crisis de desapariciones en la región Altos Norte de Jalisco, donde persiste el miedo a denunciar por temor a represalias. “Aquí no puedes denunciar. Si lo haces, te levantan. Así de claro”, dijeron habitantes de la zona.
Daysi Guerrero Laris tiene tatuajes visibles que podrían ayudar en su identificación: letras en el brazo izquierdo, una serpiente en el brazo derecho y más letras en la espalda.
Familiares, activistas y habitantes de Villa Hidalgo exigen una intervención federal inmediata, acciones de búsqueda reales y garantías para denunciar sin poner en riesgo la vida.
Cualquier persona con información sobre su paradero puede comunicarse al número: 312 189 4925.
Habitantes de la localidad mantienen su escepticismo frente a los anuncios oficiales.
A unas horas de que se venza el plazo fijado por el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, para devolver la paz a Teocaltiche, su administración ha intensificado la difusión de supuestos avances en materia de seguridad en esta región golpeada por el crimen organizado.
En vísperas de la fecha límite, autoridades estatales destacaron una serie de operativos realizados en los municipios de Teocaltiche y Villa Hidalgo, los cuales, según reportes oficiales, han generado afectaciones al crimen organizado por un monto superior a los 520 millones de pesos.
Desde la implementación de la estrategia de vigilancia instruida por el gobernador, se han realizado cateos en casas y un narcorrancho, logrando el aseguramiento de armas cortas y largas, drogas, precursores químicos para explosivos, vehículos tipo monstruo, camionetas con blindaje artesanal, así como un predio de cerca de 10 hectáreas sembrado con marihuana.
La comisaria general de la Policía Preventiva Estatal detalló que los golpes financieros al crimen organizado obedecen al decomiso de estos bienes y recursos ilícitos.
“Tenemos aproximadamente la suma de 520 millones de pesos, como bien fue el plantío de la marihuana, las armas, los vehículos, los domicilios… y seguimos trabajando en coordinación con las autoridades locales, de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano”, afirmó la dependencia.
Pese a los aseguramientos, las autoridades reconocen que la captura de líderes criminales aún está pendiente, y subrayan que este tipo de acciones deben formar parte de una estrategia más amplia que incluya al Gobierno Federal.
Habitantes de la zona, sin embargo, mantienen su escepticismo frente a los anuncios oficiales, señalando que la violencia y la presencia de grupos delictivos persisten en el día a día. Mientras tanto, el reloj avanza hacia el cumplimiento del compromiso hecho por el gobernador, bajo el escrutinio de una sociedad que exige resultados tangibles.