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El gobierno del estado ha mantenido un silencio casi absoluto frente a los familiares.

El 18 de febrero de 2025, un grupo de policías municipales de Teocaltiche salió rumbo a Guadalajara para someterse a exámenes de control y confianza.

A las 11:00 de la mañana se perdió contacto con ellos y, desde entonces, la incertidumbre y el miedo se han instalado en sus familias y en el municipio.

Siete meses después, la situación permanece en la impunidad: de los ocho agentes y un chofer que viajaban juntos, solo se han localizado los cuerpos de cuatro policías, hallados desmembrados y abandonados en bolsas de plástico la madrugada del 19 de febrero en la comunidad de La Esperanza.

Los otros cuatro oficiales y el conductor siguen desaparecidos, sin que exista información oficial ni fichas de búsqueda públicas.

El gobierno del estado ha mantenido un silencio casi absoluto frente a los familiares, quienes denuncian abandono institucional y nula comunicación sobre el paradero de sus seres queridos.

Violencia contra la corporación municipal

La tragedia se agravó semanas después. El 15 de abril, el entonces director de la Policía Municipal, Ramón Grande Moncada, fue asesinado a balazos frente a la unidad deportiva de la colonia Maravillas. En el ataque resultó herida su esposa.

Los responsables lograron huir, pese al despliegue de la policía estatal que se mantenía en la zona desde el 19 de febrero, cuando la corporación local fue intervenida.

En el mismo periodo, al menos 25 policías renunciaron por temor a ser asesinados. La corporación quedó severamente disminuida y bajo control de la Secretaría de Seguridad del Estado.

Falta de claridad institucional

Aunque en mayo se reincorporaron 14 agentes que aprobaron las evaluaciones de confianza, otros policías denunciaron que fueron separados de manera irregular y ahora buscan una liquidación justa.

La Secretaría de Seguridad de Jalisco asegura que mantiene operativos en la región Altos Norte, pero hasta ahora no hay avances visibles ni resultados que permitan localizar a los agentes desaparecidos. Tampoco se han esclarecido los asesinatos de mandos y elementos municipales.

Familias en el abandono

Los familiares de los desaparecidos han insistido en que no existe apoyo real ni acompañamiento de las autoridades.

Apenas semanas después del crimen, reconoció el titular de la Secretaría de Seguridad, Juan Pablo Hernández, que “cuando pasan este tipo de situaciones, nadie se hace cargo de las familias”.

Hoy, a siete meses de la desaparición, lo que persiste es la incertidumbre y la percepción de abandono. La impunidad ha dejado a Teocaltiche atrapado en la violencia, con una corporación policial fracturada y familias que aún esperan justicia y verdad.