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El secretario aseguró que no hay indicios de vínculos entre los policías municipales que protegían a Manzo y la delincuencia organizada

Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, informó que se registró un primer intento de asesinato contra Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, dos días antes de que fuera ejecutado.

Según Harfuch, el 30 de octubre los atacantes identificaron a Manzo en una gasolinera y enviaron fotografías a un chat grupal para coordinar el ataque, pero no pudieron consumarlo. Tras este fallo, los sicarios habrían sido castigados por la propia célula delictiva, perteneciente al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El secretario de Seguridad precisó que, después del primer intento, los responsables recibieron sanciones internas: golpes, agresiones físicas y confinamiento por algunos días.

Asimismo, el asesinato de Manzo finalmente se coordinó mediante la misma red de mensajería, donde “El Licenciado” —identificado como Jorge Armando “N”— dio instrucciones: “ultimar a como diera lugar” al alcalde. Los agresores planearon ubicarse estratégicamente, compartieron rutas y horarios, incluso se aprovechó que Manzo realizaba transmisiones en vivo por Facebook para organizarse.

En un operativo en Morelia, fue detenido Jorge Armando “N”, apodado “El Licenciado”, señalado como presunto autor intelectual del crimen. Además, Harfuch mencionó a otro posible implicado: Ramón Álvarez Ayala, alias “R-1”, líder del CJNG en Michoacán, quien según los mensajes habría dado la orden de asesinar a Manzo.

Por su parte, el secretario aseguró que no hay indicios de vínculos entre los policías municipales que protegían a Manzo y la delincuencia organizada. También se descartó una relación directa entre sus escoltas y los atacantes.

García Harfuch explicó que Manzo contaba con protección desde diciembre de 2024: tenía agentes de la Policía Municipal de su confianza, y la Guardia Nacional le asignó varios elementos para seguridad periférica.