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El comunicador quien en muchas ocasiones manifestó su simpatía por la 4T publicó, antes de morir, varios tuits en los que se quejaba de la falta de atención ante síntomas de infarto

El periodista de Sinaloa, Martín Arellano Solorio, documento en tiempo real su agonía por un infarto y la falta de atención que recibía en la Clínica 3 del IMSS de Mazatlán, donde finalmente falleció.

Desde la tarde del jueves 4 de septiembre, el comunicador utilizó su cuenta de X para pedir apoyo a las autoridades de salud. A las 13:34 horas escribió:

No hay aplicación de @Tu_IMSS y con código infarto @Claudiashein @zoerobledo. Trece minutos después, publicó: Necesito ayuda @Tu_IMSS probable infarto y no hay aplicación código infarto ni puedo moverme, reiterando el llamado al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a su director general, Zoé Robledo, y a la presidenta Claudia Sheinbaum.

El IMSS respondió a las 14:06 horas, señalando: Buenas tardes, gracias por contactarnos nuevamente, en breve nos comunicaremos con usted vía telefónica. En el IMSS, la calidad en la atención es nuestra prioridad”. Para ese momento, Arellano Solorio ya había sido trasladado por sus propios medios a la Cruz Roja.

Desde allí, compartió una fotografía acompañado del mensaje: “En la Cruz Roja. IMSS no sirve en estos casos”. Más tarde, informó que había sido trasladado al hospital del IMSS en Mazatlán, donde refirió: “Me han trasladado de urgencia al hospital de zona y mi camilla hace fila en un pasillo”, seguido de otro texto en el que escribió“Con calidad de urgente”.

El fallecimiento de Arellano Solorio fue confirmado horas más tarde por la periodista Guadalupe Lizárraga, quien destacó su labor profesional y su compromiso en la defensa de investigaciones periodísticas.

El IMSS informó que Arellano ingresó al Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZ/MF) No. 3 de Mazatlán a las 16:28 horas del 4 de septiembre, referido de la Unidad de Medicina Familiar No. 45 tras haber recibido atención inicial en la Cruz Roja. Según el reporte, el paciente presentaba dificultad para respirar, sin dolor precordial.

El comunicado detalló que se realizaron estudios de laboratorio y electrocardiogramas, sin indicios de infarto agudo al miocardio, pero con criterios de insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal crónica. El tratamiento incluyó antiagregantes plaquetarios, antihipertensivos, diuréticos, soluciones parenterales y estatinas.

A las 18:30 horas, el periodista presentó complicaciones respiratorias y taquicardia, por lo que fue trasladado a la sala de reanimación, donde fue intubado y conectado a ventilación mecánica. Posteriormente sufrió una primera parada cardiorrespiratoria, de la cual se logró recuperar la circulación. Sin embargo, presentó un nuevo paro que no pudo ser revertido pese a 30 minutos de maniobras de reanimación. El deceso se registró a las 02:25 horas del 5 de septiembre por insuficiencia cardiaca.