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El panorama en Teocaltiche exige acciones firmes y resultados medibles.

A nueve días de que se cumpla el plazo que el Gobernador Pablo Lemus se autoimpuso para pacificar Teocaltiche, la violencia en la región sigue sin ceder y el Gobierno del Estado insiste en que “todo va bien”.

La Secretaría de Seguridad Pública, encabezada por Juan Pablo Hernández González, continúa apostando por discursos y promesas, mientras los habitantes de la zona siguen enfrentando la inseguridad cotidiana.

El secretario asegura que los tiempos del cronograma “se están cumpliendo”, pese a que la realidad en el municipio es otra.

Mientras los enfrentamientos y la presencia del crimen organizado no se detienen, el supuesto refuerzo a la Policía Municipal apenas logró mantener a 10 elementos activos, después de que 15 agentes fueron dados de baja, renunciaron o no pasaron las evaluaciones.

En lugar de resultados contundentes, Hernández González destaca el reentrenamiento de los policías y la implementación de programas sociales, sin mostrar evidencia clara de que estas medidas estén teniendo un impacto real en la seguridad del municipio.

“Vamos muy bien”, dijo el funcionario, como si el simple hecho de que algunos jóvenes hayan mostrado interés en sumarse a la corporación fuera una garantía de paz en una región golpeada por más de una década de crimen organizado.

Aunque se ha hablado de un cambio en la actitud de los habitantes, supuestamente “más participativos con la Policía”, en los hechos la percepción ciudadana continúa marcada por el miedo, la desconfianza y la falta de protección efectiva.

El panorama en Teocaltiche exige acciones firmes y resultados medibles, no solo discursos optimistas. A pocos días del plazo anunciado por el gobernador, lo cierto es que la violencia sigue presente, y el secretario de Seguridad Pública parece más enfocado en defender el proceso que en cambiar la realidad.