En septiembre de 2024 este rancho fue asegurado por la Guardia Nacional ya que era utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación reclutar y adistrar sicarios
Colectivos ciudadanos de búsqueda de personas desaparecidas dieron, en el rancho Izaguirre ubicado en La Estanzuela, municipio de Teuchitlán, Jalisco, con lo que parece ser un crematorio clandestino, además de huesos humanos calcinados y triturados, zapatos, mochilas, carteras, bolsas y maletas, pese a que el lugar ya había sido registrado por la fiscalía local.
La Guardia Nacional dio con el rancho en septiembre pasado y detuvo a 10 personas, rescatando a dos hombres privados de la libertad y el cadáver de un tercero, envuelto en bolsas de plástico. Desde entonces se encontraba bajo aparente resguardo de la Fiscalía del Estado.
Cinco meses después, llegaron integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco y encontraron tres crematorios clandestinos, a pesar de que en su momento el entonces fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez Ruiz, descartó cualquier indicio de fosas o crematorios.

Los integrantes de dicho colectivo describieron el sitio como el «Rancho del Terror«. Trabajaron prácticamente todo el día, con picos, palas y la varilla vidente. No se explican por qué las autoridades no procesaron el lugar debidamente.
Además de los cuerpos parcialmente incinerados, encontraron ropa y calzado de hombres y mujeres.
El fiscal estatal Salvador González de los Santos confirmó que el rancho ya había sido inspeccionado en septiembre, pero justificó que no se hubieran encontrado cuerpos o huesos humanos por el gran tamaño del lugar.
“Lo que pasa es que es un rancho bastante grande, en aquel entonces hubo 10 detenidos, se liberaron a dos personas, se hizo una búsqueda en ciertas partes (pero) no se pudo procesar todo el rancho porque son bastantes hectáreas”, dijo.
Más tarde la Fiscalía envió una ficha informativa en la que señaló que hasta este jueves se habían encontrado “restos óseos calcinados en número por determinar, 96 casquillos de diversos calibres, incompletos, deformes u oxidados, 3 cargadores y unos aros aprehensores metálicos.

“Se continuó con la búsqueda de indicios en puntos diversos a los explorados en septiembre de 2024. En estos otros puntos dentro del terreno se detectaron dos circunstancias inéditas: los restos óseos fueron calcinados e inhumados, y adicionalmente se ocultaron bajo una capa de tierra y una losa de ladrillo, lo que impidió su detección en la inspección inicial”, señala la ficha.
A principios de febrero, también fuerzas federales dieron con otra finca en Teuchitlán utilizada con el mismo propósito de reclutar y entrenar como sicarios a nuevos miembros del CJNG, logrando detener a 38 personas de las cuales 36 fueron liberadas al comprobarse que fueron reclutadas con engaños y obligadas a quedarse en el campamento.






