Recordó que el artículo 41 de la Constitución prohíbe que él o sus colegas consejeros electorales aspiren a un cargo de elección popular

El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, participó en la reunión de trabajo del Grupo Plural del Senado de la República, donde rechazó buscar la Presidencia de México, de cara a las elecciones de 2024.
En respuesta al cuestionamiento del ex morenista Germán Martínez, el consejero presidente dijo: “No, tengo una responsabilidad constitucional”.
A pregunta expresa de si renunciará a su cargo para contender por la Presidencia en 2024 Córdova Vianello recordó que el artículo 41 de la Constitución prohíbe que él o sus colegas consejeros electorales aspiren a un puesto público fuera del INE.
«El consejero presidente y los consejeros electorales no podrán tener otro empleo, cargo o comisión, con excepción de aquellos en que actúen en representación del Consejo General y los no remunerados que desempeñen en asociaciones docentes, científicas, culturales, de investigación o de beneficencia», indica el artículo.
Córdova Vianello dijo que tiene “la firma intención de quedarme a cumplir mi responsabilidad, que me designó la Cámara de las y los diputados hasta el 3 de abril de 2023”.
Una vez que concluya su cargo al frente del INE, adelantó, laborará en el Instituto de Investigaciones Jurídicas.
Córdova se reunió con los integrantes del Grupo Plural en el Senado, a quienes les reiteró que el órgano electoral ha sido blanco de ataques, hostigamiento y agresiones.
Adelantó que si no se otorgan los recursos suficientes, como sucedió para la revocación de mandato, en la jornada presidencial de 2024 se pondrá en riesgo la democracia.
El consejero presidente explicó podría haber una segunda vuelta electoral, pero no se tiene esa función por un impedimento legal, por lo que pidió preguntarse para qué se quiere esa figura.
También hizo referencia a la próxima reforma electoral, la cual señaló que es pertinente, pero no necesaria. Explicó que debe ser producto del consenso y para mejorar el sistema electoral.
“Si una reforma electoral es planteada para mermar la representación, para disminuir la competencia, para contar la garantía de los derechos o para mermar la autonomía independencia de los órganos electorales, la verdad es que no vale la pena”, destacó.