El director de la escuela no le permitía el acceso al menor por su corte de cabello; reclamó que limita el libre desarrollo de su personalidad

Un estudiante de secundaria en el municipio Ario de Rosales, Michoacán, decidió ir por la vía legal para defender su cabello e interpuso un amparo contra el director de la secundaria federal “Lázaro Cárdenas”, quien no le permitía el acceso debido a su cabello largo.

El joven y sus padres se unieron y decidieron llevar las cosas por la instancia legal, por lo que alegaron que el reglamento “limita o niega el derecho del libre desarrollo a la personalidad, así como también se realiza un acto de discriminación por cuestión de género”, en virtud de que en las escuelas secundarias está permitido que las mujeres lleven casquete corto si lo desean.

Durante el juicio, el juez admitió que el estilo de cabello no tiene nada que ver con la disciplina escolar. Además, esto no puede afectar a los fines educativos, “si no atiende más bien a la imposición arbitraria de un modelo de apariencia personal”.

En el escrito del amparo el juez también recalcó directamente al director que “la apariencia física de los alumnos no interfiere en los conocimientos, aptitudes y competencias necesarias para los efectos de la educación, motivo por el cual, debe prevalecer el respeto al libre desarrollo de la personalidad”.

En el juicio de amparo también se detalló que el director del plantel no permitió que el alumno entrara a la secundaria debido a que tenía el cabello largo, con lo cual se reclamó el derecho a la educación de forma presencial.

Para poder resolver la problemática, el juez efectuó un test de proporcionalidad, el cual le permitió establecer si resulta justificada, constitucionalmente, la restricción del derecho al libre desarrollo de la personalidad en ponderación frente al derecho a la educación.

El juez también resaltó que la apariencia física de los alumnos no afecta en los conocimientos, aptitudes y competencias para efectos de la educación.

El alumno ganó el amparo y no pueden obligarlo a cortarse el cabello. Asimismo, podrá seguir asistiendo a su secundaria sin miedo a represalias.

En varias escuelas de México, para que los alumnos puedan ingresar a tomar sus clases, se les pide que utilicen un corte de cabello conocido como “casquete corto”.