Señala Gobierno de Morelos que víctimas de masacre en Jiutepec eran presuntos delincuentes
El gobierno del estado informó que fueron 9 las personas asesinadas quienes presuntamente se dedicaban al robo de autopartes
El gobierno del estado informó que fueron 9 las personas asesinadas quienes presuntamente se dedicaban al robo de autopartes
Los asesinatos ocurrieron en los municipios de Jiutepec, Tlayacapan, Yautepec, Cuautla y Cuernavaca.
Cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) indican que entre el 15 y 18 de noviembre, fin de semana de asueto por el aniversario de la Revolución Mexicana, dejó en Morelos un saldo de 10 muertes violentas, una de éstas, una mujer.
Con estos decesos, en lo que va de noviembre la violencia que sigue padeciendo la entidad por las secuelas de la desacertada estrategia en materia de seguridad, a cargo del entonces Comisionado Estatal de Seguridad Pública, José Antonio Ortiz Guarneros, y el ex Mandatario Cuauhtémoc Blanco, suma 61 homicidios dolosos.
Esto es, un aumento del 7 por ciento en noviembre del presente año en comparación con el mismo mes de 2023, cuando acumuló 57 víctimas.
El viernes 15, una llamada a las autoridades alertó sobre detonaciones en la Colonia Progreso del municipio de Jiutepec, disparos que dejaron sin vida a un hombre y el hallazgo de cuatro casquillos 9 milímetros.
Horas después, fue reportada la localización de un cuerpo calcinado sobre la carretera México-Cuautla en un tramo correspondiente al municipio de Tlayacapan, por las condiciones se desconoce si era hombre o mujer.
Minutos antes de las 22:00 horas, en el Hospital General Dr. José G. Parres falleció un individuo que fue ingresado el 15 de noviembre con heridas de proyectil de arma de fuego que recibió en el “Bar Crudería”, ubicado en la Colonia Teopanzolco de la capital de Morelos.
Un sujeto de entre 40 y 50 años murió víctima de lesiones de bala recibidas en abdomen y cabeza, en inmediaciones de la Colonia San Carlos, en Yautepec en donde la autoridad recuperó seis casquillos calibre 9 milímetros.
Mientras que el sábado 16 no se reportaron fallecimientos violentos, el domingo 17 minutos antes de las 5:00 horas en Jiutepec una pareja fue asesinada con arma de fuego en el estacionamiento de una tienda Oxxo, ubicada en la Colonia Otilio Montaño. La autoridad recogió seis casquillos calibre 380.
Alrededor de las 7:00 horas, se suscitó la irrupción a un domicilio de la Colonia Otilio Montaño de Cuautla tras la cual un hombre de 42 años de edad, presumiblemente militar, recibió al menos ochos disparos. Los responsables arribaron al sitio en un vehículo con características desconocidas. Elementos de Servicios Periciales recuperaron 12 casquillos calibre 9 milímetros.
Por la noche, alrededor de las 19:30 horas un hombre de 53 años con contusiones en diversas partes del cuerpo fue reportado al número de emergencias 911, al arribo de paramédicos del ERUM, en la Colonia Villa Santiago de Cuernavaca, confirmaron su muerte.
Una hora más tarde, una llamada anónima alertó al C5 sobre al menos 15 detonaciones de arma en el estacionamiento de la taquería “El Fogón”, Colonia Oaxtepec del municipio de Yautepec, tras lo cual un sujeto quedó sin vida. De acuerdo con el reporte, las personas responsables hicieron disparos directos a los locales de la zona, en donde se localizaron cinco casquillos calibre 9 milímetros.
Casi en paralelo pero en la región Metropolitana, un joven de alrededor de 22 años logró ingresar a un domicilio de la Colonia Flores Magón en Cuernavaca, sin embargo, iba con heridas de bala en pecho y estómago por lo que al llegar elementos de la Cruz Roja confirmaron su deceso.
Por Luis Alberto Beltrán | Twitter: @reporteroyosoy
Están en verdaderos problemas, pues ambos personajes cuentan con denuncias penales por presunta violación o violencia intrafamiliar, que involucra a mujeres, dejando en entredicho el discurso hacia ese sector de la sociedad morelense.
Raúl García Araujo @araujogar
Los hermanos Cuauhtémoc Blanco Bravo y Ulises Bravo Molina, lejos de representar buenos activos para el Partido Morena, son el principal ejemplo de los excesos y abusos al amparo del poder.
En Morelos, a un mes de que Margarita González Saravia asumiera la gubernatura del estado, lejos de hablar de su proyecto de gobierno para los siguientes seis años, la opinión pública está volcada en cuestionar los escándalos en los que se han visto involucrados el exgobernador y su hermano, el dirigente estatal del partido guinda.
La población en Morelos pide que se castiguen todos los abusos de Cuauhtémoc Blanco y su pandilla pues día con día salen a relucir presuntos actos de corrupción, como lo es la compra de terrenos que hicieron varios de sus allegados en la zona del Lago de Tequesquitengo a precios de ganga: de un costo promedio de 3 millones, los compraron en menos de 150 mil pesos.
Entre ellos destacan la ex secretaria de administración, Sandra Anaya Villegas –hoy diputada federal de Morena-, la ex secretaria de hacienda, Mónica Boggio, actual magistrada en el Tribunal de Justicia Administrativa, y Edgar Riuo, exsecretario particular y primo del Cuau.
Pero quienes están en verdaderos problemas son Cuauhtémoc Blanco y su hermano Ulises, pues ambos personajes cuentan con denuncias penales por presunta violación o violencia intrafamiliar, que involucra a mujeres, dejando en entredicho el discurso hacia ese sector de la sociedad morelense.
No es lo mismo acusar sin pruebas, que contar con los elementos suficientes para interponer acusaciones que siguen su cause en materia penal, hasta que llegan ante un juez de control para desecharlas o en su caso actuar en consecuencia contra los presuntos responsables.
Entonces, lo que vemos en los últimos días en Morelos, es que se confirma que en la era del entonces gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, existía una complicidad entre él y el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Jorge Gamboa Olea, para que los jueces fallarán siempre a favor del mandatario y su familia en caso de alguna denuncia penal en su contra.
Ese pacto de impunidad existía, ya que de otro modo no se explica que este martes los magistrados Rafael Brito, Juan Emilio Elizalde y Martha Sánchez, quienes integran la Tercera Sala de dicho Tribunal, hayan ordenado al juez Luis Guillermo Ortega reabrir el caso contra el dirigente estatal de Morena, Ulises Bravo Molina, para vincularlo a proceso por el delito de violencia familiar y, por ende, ordenar su detención con una alta posibilidad de imponerle prisión preventiva.
En una situación similar se encuentra el exfutbolista y ahora diputado, claro plurinominal, ya que existe una denuncia penal por el presunto delito de violación en su contra. La denuncia fue interpuesta por una hermana del exmandatario y la cual sigue su curso en la investigación.
En este tema, la propia presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, fijó su postura, que contrario al expresidente Andrés Manuel López Obrador, que cuando tenía oportunidad salía en defensa de Blanco Bravo, ella se mostró seria y directa al señalar que se debe llegar al fondo del asunto y castigar en caso de que exista un delito.
En este entramado de escándalos, también salta a la escena pública el todavía presidente del Tribunal Superior de Justicia de Morelos, Jorge Gamboa Olea, a quien la Comisión de Derechos Humanos del Estado, le tiene nueve expedientes en su contra por presuntas violaciones a derechos humanos, tales como hostigamiento y acoso laboral, acoso sexual, discriminación, libertad de expresión, violencia vicaria, entre otras.
Regresando a los casos de los hermanos Cuauhtémoc Blanco Bravo y Ulises Bravo Molina, la nada digna actuación de ambos, se vio reflejada en la irritación y enojo que se hizo presente hace dos semanas cuando la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, asistió a Morelos y que lejos de resaltar el trabajo de partido, el acto proselitista estuvo marcado por los cientos de abucheos de que fue objeto el dirigente estatal de ese instituto político.
Ante los actuales hechos, la líder nacional morenista tendrá que tomar cartas en el asunto y como primero acción está obligada a quitarle la dirigencia estatal al hermano del ex gobernador morelense, sino lo hace, no pasará mucho tiempo en sufrir las consecuencias de su falta de oficio político ante la militancia de su partido o lo que es peor ante la sociedad de Morelos.
En Cortito: Nos cuentan que la nueva coordinación entre el municipio de Cuernavaca con el gobierno de Margarita González Saravia y la presidenta Claudia Sheinbaum ha traído consigo importantes avances en la reducción de la incidencia delictiva en la capital de Morelos.
El resultado de este nuevo entendimiento político está encabezado por el alcalde, José Luis Urióstegui Salgado, y consiste en la reducción de delitos como el robo a casa habitación con violencia y sin violencia, el robo de vehículo con violencia y sin violencia, el robo de motocicleta con y sin violencia y el robo a negocio sin violencia.
El resultado de estos números se debe a la buena coperación que existe entre las autoridades de la capital del estado con la SEDENA y la Guardia Nacional, ya que pusieron en marcha diversos operativos de prevención del delito en Cuernavaca.