La encrucijada de Sheinbaum

La encrucijada de Sheinbaum

Solo Claudia Sheinbaum Pardo sabe qué hará, pero tal parece que solo tiene esos dos rumbos.

Raúl García Araujo @araujogar

Con la novedad de que Claudia Sheinbaum Pardo aún no asume el cargo de presidenta de la República, pero ya tiene a su sucesor: Andrés Manuel López Beltrán.

A escasos días de que concluya el Gobierno de la Cuarta Transformación, el presidente Andrés Manuel López Obrador «le arregló» su asunto, en el argot beisbolero que tanto gusta al virtual exmandatario de la nación.

La inclusión de su vástago en la dirección del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), le permitirá estar sin estar, decidir sin estar, regañar sin decirlo él, en suma, dirigir desde las tierras lejanas de su Quinta de Chiapas.

En la extrema desconfianza que le caracteriza, el aún Presidente no creyó en las lealtades que le profesan casi la totalidad de senadores, diputados, gobernadores y varios integrantes del gabinete de Sheinbaum Pardo, que le deben el cargo y el encargo, y optó por mandar a su hijo a una posición no tan visible, pero que le permitirá dirigir detrás del trono.

Lo anterior se le facilitará en extremo ante lo novel y gris de quien será la supuesta presidenta de Morena, Luisa María Alcalde Luján, quien para cerrar el círculo, le debe todas las posiciones que ha ocupado a López Obrador.

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Ante esa situación, Claudia Sheinbaum Pardo está ante una disyuntiva: O cumple a raja tabla las disposiciones y designios del presidente y asume el costo político y mediático de ello, o busca acuerdos políticos, de manera soterrada, con liderazgos locales y nacionales inconformes con el presidente para tratar de contener lo que se vislumbra como una estrategia: perfilar a Andrés Manuel López Beltrán rumbo al 2030.

Y en esa «jugada», una pieza clave es Marcelo Ebrard Casaubón, institucional por conveniencia, pero muy molesto con López Obrador por no haber sido él el ungido, y en tal virtud presidente de la República, su máxima obsesión.

De tal manera esa alianza, junto con la que eventualmente representa Ricardo Monreal, y otras, podrían hacer un frente común contra el bloque de la dinastía «López» y aliados.

El establecimiento de bloques terminaría por decantar las posiciones entre los legisladores y las y los gobernadores morenistas.

Y es clave para la definición de las candidaturas intermedias y las de 2030, pero la joya de la Corona, la más preciada, será la candidatura presidencial.

Es por eso que Claudia Sheinbaum Pardo tendrá que decidir, y muy pronto, si se va con melón o con sandía.

Optar por someterse a su antecesor, a través de su secretario de Organización (López Beltrán), le significará haber sido solo una pieza en una estrategia que persiguió solo el propósito de seguir haciendo historia al convertirla en la primera mujer presidenta del país. 

U optar por la búsqueda de alianzas políticas, lo que representará una (sana) ruptura, pero que permitirá romper con un pretendido «Lobradorato» y evitar la imposición de una dinastía.

Solo Claudia Sheinbaum Pardo sabe qué hará, pero tal parece que solo tiene esos dos rumbos.

En Cortito: Nos cuentan que el equipo jurídico de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo dejó claro a la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, que el mejor perfil para ocupar la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México se llama Renato Sales Heredia.

La razón es que cuando estuvo como subprocurador de justicia de la entonces Procuraduría capitalina, en los tiempos del maestro Bernardo Bátiz, jugo un papel importante en los temas prioritarios del entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, a quien, por cierto, conoce bien.

Renato Sales Heredia representa un funcionario de probada experiencia en materia de procuración de justicia con un alto nivel de excelencia. Hay que estar pendientes de la llegada del nuevo fiscal de la capital.

En más de asuntos de la Ciudad de México, vecinos y automovilistas que circulan por Miguel A. de Quevedo y se incorporan a Tlalpan hacen un llamado urgente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana ante el caos vial que hacen todas las mañanas patrullas que bloquean el punto de incorporación a Tlalpan, justo al bajar del puente que viene de Miguel Ángel de Quevedo. El caos se produce desde antes de División del Norte hasta Miramontes y viceversa, del lado Oriente, además del que ocasionan en todas las calles aledañas, afectando la vida cotidiana de los vecinos que viven en esa zona de la alcaldía de Coyoacán. Si su argumento es por una cuestión de vialidad, es falso, deberían sobrevolar Los Cóndores la zona para constatar el caos que se genera. Se dice que los bloqueos son para que salga sin contratiempo algún funcionario que vive en esa zona, pero no hemos podido constatar si éste es federal, capitalino o de la Secretaría de Seguridad. Ojalá hagan caso.

Asimismo en la calle Lucerna, desde la calle de Versalles hasta la sede de la CFE es una vergüenza para la alcaldía Cuauhtémoc y para la University Club, que hace una de las torres más altas de la ciudad. Los cráteres, que no baches que hay en todo el tramo, ocasionan graves problemas a los automóviles y sus conductores, que tienen que estar sorteando y brincando los tremendos hoyos, ocasionados por la maquinaria pesada que usan los constructores de la torre del University Club, pero que no reparan ni ellos, ni las autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc, que los dejan actuar con toda impunidad, ocasionando graves daños en la zona. Esto es una vergüenza para el University Club y para la alcaldía Cuauhtémoc.