A diez días de concluir su encargo como gobernador de Chihuahua, Javier Corral carece de verdaderos logros de los cuales presumir

Eduardo León Benavides | @EduardoLeonMX

Fue incapaz de llevar a proceso judicial a su predecesor César Duarte, principal oferta de campaña, tampoco supo corregir la situación financiera del Estado que si bien es cierto, recibió en precarias condiciones, logró empeorarla aún más y la deuda estatal se incrementó, puso en aprietos al sistema estatal de Salud y el de Pensiones Civiles desde sus finanzas, al igual que al

Colegio de Bachilleres y la corrupción fue un ingrediente que tampoco pudo erradicar como prometió al inicio de su mandato, sus desencuentros con la prensa local lo llevaron durante sus cinco años de mandato a un desgastante enfrentamiento que encontró principal acento en uno de los diarios impresos de mayor importancia en el Estado; a sus deficiencias ejecutivas, administrativas y sus múltiples yerros como mandatario, habría que destacar sus infructuosos intentos por someter a la acción de la justicia a la gobernadora electa María Eugenia Campos Galván, lo cual hoy constituye quizá el peor de los errores cometidos por Javier Corral.

Desde hace meses, el mandatario pretendió -vía Congreso del Estado- que a su salida se le dotara de protección con cargo al erario en calidad de “prestación”, sin embargo su influencia en el legislativo local resultó insuficiente para alcanzar este objetivo y si quiere contar con escoltas, tendrá que pagarlos de su bolsillo o bien, sujetarse a un “mecanismo de riesgo” ante la Fiscalía General del Estado, pero tendría que solicitarlo a la administración estatal entrante, esperar al análisis correspondiente -unos seis meses- pero nadie en su sano juicio ve a un Corral Jurado pedir protección a la misma persona a la que pretendió llevar a prisión, sin ningún éxito.

De los múltiples escenarios posibles por los cuáles Javier Corral crea que requiere protección, habría que considerar al menos un par de ellos:

Se sabe que con “Justicia para Chihuahua” el aún mandatario pretendió exhibir el mecanismo mediante el cuál su predecesor habría desviado recursos del erario público al Partido Revolucionario Institucional, fondos con los que supuestamente se habrían financiado campañas políticas, fue entonces que los nombres del Secretario General adjunto del PRI Alejandro Gutiérrez y Manlio Fabio Beltrones salieron a relucir durante las audiencias en el juicio que se sigue al primero; se sabe por personal del círculo cercano al actual gobernador, que éste habría tenido un serio desencuentro con Beltrones Rivera por haber sido involucrado en las indagatorias de la “Operación Justicia para Chihuahua”.

Por otra parte, el hecho que para la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía Anticorrupción haya resultado imposible demostrar que María Eugenia Campos Galván recibió recursos públicos tal y como afirmó en su momento el ex secretario de Hacienda Jaime Herrera, no significa necesariamente que ésta sea inocente, sencillamente la autoridad fue incapaz de demostrarlo, tan serio y grave es este tema que el ex secretario Herrera Corral cuenta desde que se acogió al criterio de oportunidad, con escoltas proporcionados por la FGE y que quién sabe si logre conservar pues es previsible que las indagatorias de la Fiscalía de Chihuahua en contra del ex gobernador César Duarte ya no encuentren una adecuada defensa y se pierdan en tribunales, donde el Estado tendría que restituirle al ballezano los bienes incautados.

Buscapiés
El actual Fiscal Estatal César Augusto Peniche tuvo acercamientos con la gobernadora electa María Eugenia Campos, más allá del proceso de entrega recepción, hay quienes afirman que buscaría repetir en el cargo, bien visto esto podría beneficiar a la nueva mandataria dado el conocimiento amplio que tiene el Fiscal, hasta del gobernador Corral Jurado.